Los datos publicados por Oil and Gas Journal a finales de 2010 revelan un crecimiento anual de las reservas mundiales probadas de gas natural del 0,6%, un valor en línea con valores históricos. Si este aumento se aplica a las reservas estimadas por Cedigaz para finales de 2009, se obtiene un valor de 190,7 billones (1012) de m3, la cifra más alta en la historia de esta energía.
La AIE estima en 21 billones (21.000 bcm) las reservas convencionales en Europa, frente a unos 6 billones que estima Cedigaz.
Excepto Europa, todas las regiones han aumentado o mantenido sus valores de reservas. Si se habla de países, los avances más importantes se han dado en Egipto (+32%), Angola (14%) y Perú, con un aumento del 3,5%.
Las mayores concentraciones de gas se localizan en Oriente Medio (40% del total mundial), seguido del conjunto de países de la CEI (32%). Las reservas europeas siguen cayendo, representando solamente el 2,8% del planeta.
La Federación Rusa ocupa la posición más alta en este ranking, con unos 46.000 bcm de reservas probadas. Sigue Irán (29.600 bcm), Qatar (25.000 bcm) y Arabia Saudita. Turkmenistán se sitúa en quinto lugar, seguido de EE.UU, Abu Dabi y Venezuela.
Un estudio publicado por Oil and Gas Journal el 26 de julio estima en 101.000 bcm las reservas de gas natural de América del Norte, de los que el 56% correspondería a gas no convencional. De éstos, la mitad sería shale gas. Del gas no convencional (unos 56.000bcm), corresponderían unos 22.000 bcm a Canadá y el resto (la mayoría) a EE.UU.
Polonia es el país europeo que está realizando más esfuerzo en la búsqueda de gas no convencional.
La situación de exceso de oferta y de precios bajos, está creando una ralentización de las perforaciones y explotaciones de gas convencional, tanto en EE.UU. como en Canadá, un mercado, este último, muy orientado a la exportación, principalmente a los Estados Unidos.
En paralelo se están realizando descubrimientos de gas convencional en aguas profundas (el ejemplo más notable es Brasil, que podría convertirse en uno de los exportadores importantes en la próxima década) y en aguas someras (véanse los casos exitosos de Repsol en el Golfo de Venezuela y en Bolivia, como ejemplos).