Japón ha pagado precios altos en el mercado spot en buena parte del 2008, por el GNL importado para sustituir la
potencia perdida por el terremoto que afectó, en julio de 2007, a la mayor (8 GW) planta nuclear del mundo.
A pesar de que Japón tiene planes para aumentar su capacidad de generación nuclear (manteniendo e incluso aumentando su
cuota en generación eléctrica en un 30%), la parada de los siete reactores del complejo de Kashiwazaki-Kariwa durará como
mínimo hasta mediados de 2010. Por tanto, el protagonismo de Japón en el mercado
spot de GNL no es probable que descienda
sustancialmente en 2009.
Hemos señalado anteriormente que las exportaciones a Japón de GNL ruso desde Sakhalin-2 se inician en 2009. Rusia mantiene
su objetivo de construir un gasoducto desde los campos gasistas de Sakhalin hasta el sureste asiático, pero no ha logrado
todavía establecer compromisos firmes.
Igual que en 2007, también el pasado año Gazprom ha estado muy activa en muchos escenarios territoriales, con el objetivo
de tener más protagonismo fuera de su área histórica de influencia y de personarse más en las fases finales de la cadena
del gas. También ha suscrito alianzas con empresas extranjeras para poner en el mercado en el futuro reservas importantes
de gas. Citamos por su importancia al alcanzado a primeros de octubre de 2008 entre esta empresa rusa y la alemana E.On, que
servirá para explotar el yacimiento de gas de Jushno Russkoje, en Siberia, uno de los mayores campos de gas del mundo, con unas
reservas mínimas de 700 bcm.