• Las importaciones de GNL de Asia crecieron el 4,8%, con los mayores índices registrados en China (+15%) y Taiwán (+9,7%). El rápido crecimiento observado en las importaciones de GNL en los países asiáticos en el primer semestre del año, se explica principalmente por la competitividad del GNL, en comparación con los precios de los productos petrolíferos alternativos, en los sectores de la industria y en el de la generación eléctrica.
• Esta dinámica de crecimiento contrasta con una tendencia a la baja en las importaciones de GNL en el último trimestre en la mayoría de los países de Asia (excepto Taiwán), donde la demanda de GNL se ha visto afectada por la recesión económica, la reducción de consumo industrial y el decaimiento de la competitividad del gas natural, debido a la caída los precios del petróleo.
• Europa registró un 4,1% de crecimiento en la demanda de GNL, pero con un comportamiento diferenciado en los países.
• España tuvo el mayor aumento en las importaciones de GNL, lo que confirma su papel como el primer importador europeo de GNL, alcanzando el 51% del total de las importaciones totales europeas, frente a un 45% en 2007.

Algunos analistas señalan que el mercado parece adolecer de suficientes proyectos firmes de GNL más allá de 2011-2013. Si esta situación se agudizase por la crisis económica, pondría tirantez adicional al mercado gasista en la segunda mitad de la próxima década, con el consiguiente aumento de precios y un mayor riesgo de inseguridad de suministro. Según Cedigaz, actualmente existen hasta 140 terminales en construcción o en proyecto, incluyendo ampliaciones. Las plantas de licuefacción operativas en ese mismo mes (la fuente también es Cedigaz) son trece, con 88 trenes de licuefacción. Quince plantas en construcción o en ampliación, que implicarán la puesta en marcha de 18 trenes de licuefacción. En proyecto se contabilizan 42 nuevos trenes.

La nueva tecnología de plantas flotantes de GNL (FLNG en sus siglas en inglés) parece que se ha puesto a punto en 2008. Es una nueva herramienta muy eficaz para desarrollar a bajo coste pequeñas acumulaciones de gas offshore lejanas de la costa, por tanto para poner en el mercado existencias de gas con difícil salida a un coste razonable sin esta innovación. También puede ser una buena herramienta para disminuir el flameado de gas en yacimientos mixtos de petróleo y gas situados en zonas marítimas, un objetivo muy perseguido en los últimos años, pero difícil de conseguir a un coste asequible.