También como en 2007, la región con un crecimiento más notable en reservas fue América, donde crecieron en conjunto el 9,8%. Precisamente las de EE.UU. aumentaron un 12,6%, fruto principalmente de los altos precios del gas de los últimos años, que han propiciado una esfuerzo inversor considerable en prospección y desarrollo de yacimientos, muchos de ellos inviables o abandonados a precios del gas más bajos. Kuwait, Indonesia y Paquistán también tuvieron una nueva evaluación de sus reservas con resultados positivos superiores al 10%.

Más de la mitad de los grandes yacimientos gasistas descubiertos durante esta década fueron offshore, muchos de ellos en aguas profundas. Oriente Medio acoge algo más del 40% de las reservas mundiales, seguida esta zona por el conjunto de los países de la CEI, con el 30% en números redondos. La Federación Rusa alberga la cuarta parte de las reservas mundiales. Irán y Qatar se sitúan después, respectivamente. Arabia Saudita, EE.UU., Abu Dhabi y Venezuela ocupan, en ese orden, las siguientes posiciones. En estos siete países se ubican el 68,7% de las reservas mundiales de gas natural.

Este campo está teniendo unas amplias expectativas. No puede ser menos, al observar que un programa de investigación del Departamento Geológico de los EE.UU. ha señalado que las acumulaciones de gas natural en hidratos, exceden en el mundo a las reservas convencionales conocidas de gas natural.

Las reservas contabilizadas de gas a finales de 2008, equivalen al 96% de las reservas de petróleo. Dichas reservas aseguran una disponibilidad de gas natural en el mundo durante unos 62 años, contando solamente con los yacimientos conocidos.