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Introducción
Hasta septiembre de este año, los mercados estuvieron firmes en cantidades y en precios. La agudización de la crisis económica en el último trimestre, cambió la trayectoria.
Bajo la óptica de la demanda de gas natural, el año 2008 ha tenido dos partes bien diferenciadas en casi todo el mundo: una primera que finaliza en agosto, con una demanda relativamente fuerte en buena parte del mundo (+4,3% en el conjunto de los países de la OCDE los ocho primeros meses del año; +8,2% en Europa, +5,2% en los países de OCDE-Pacífico y +3,1% en EE.UU.) empujada por condiciones climáticas relativamente más duras que en igual período del 2007 en el hemisferio norte, y un trimestre final del año en el que la crisis económica ya afecta contundentemente a la demanda, particularmente al mercado industrial. En el conjunto de los países de la OCDE en el mes de noviembre el consumo de gas natural descendía un 4,3%, tirando del acumulado anual a un discreto 1,8%.

Los precios se han estado moviendo en el año con una correlación clara, en general, con el precio de los productos petrolíferos. Esa relación ha supuesto altos precios y volatilidad, que han marcado profundamente la primera parte de 2008. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) indicaba que “Un número de factores, incluidos precios altos del crudo, condiciones climáticas y cierto desbalance entre oferta y demanda, han jugado su papel para que se produjera el incremento de precios de los últimos 18 meses”.

En los últimos meses del año, la situación cambió hacia un mercado menos dominado por la oferta. El cambio del mercado por la debilidad de la demanda en esos meses, se ha traducido en un descenso claro de los precios, con un indicador Henry Hub en diciembre de alrededor de 6,5 $/MMbtu, aproximadamente la mitad del valor en el que basculaba a mitad del año.

En las declaraciones de la AIE, se añaden referencias a los peligros que se ciernen sobre el sector gasista en algunas áreas del mundo: incertidumbre en las inversiones, incremento de costes y dilaciones de algunos proyectos. Esta situación ya se observaba en 2007.

La crisis producida en enero 2009 entre Ucrania y Rusia por la cuestión del pago y del tránsito del gas ruso, ha servido para que Europa se de cuenta de la necesidad de diversificar el suministro en orígenes y rutas.
En esta búsqueda por la diversificación, tanto el corredor sur-oeste (Península Ibérica) y el GNL tiene un rol importante. En todo el mundo, unas dos docenas de países tienen planes para convertirse en importadores de GNL por primera vez en su historia. Por otro lado los países del sur de Europa reclaman su protagonismo como países de tránsito.
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Informe Anual 2.008: Sedigas - Asociación Española del Gas