Si en 2006 la incertidumbre y la falta de avance real de la liberalización habían marcado el ejercicio,
en 2007 se han acentuado dos posturas muy distintas. Por un lado, los países
que creen en el mercado único pese a que comporte riesgos de pérdida de cuota y poder de sus
empresas, y la de los países que desean defender a sus empresas por encima del objetivo de
conseguir un mercado en competencia y no discriminatorio en Europa.
Como se recordará (ya se indicó en el Informe de 2006), el 10 de enero de 2007 la Comisión Europea presentó
en todo el territorio de la Unión la Comunicación al Consejo Europeo y al Parlamento
recogida en el documento Una política energética para Europa. Sostenibilidad, garantía
de suministro y competitividad son los objetivos que se subrayan al inicio del documento, en
un entorno marcado por el cambio climático. La reducción de un 20% como mínimo del volumen
de emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2020 e incluso un plan de
intenciones a largo plazo que alcanzaría el 30% en 2030 y el 60-80% en el año 2050, son los
ambiciosos objetivos que hace suyos la Comisión. También se propone alcanzar en 2020 una cuota
del 20% del consumo total energético para las energías renovables.
En este ambiente de cierta euforia por el éxito y el consenso alcanzado por la
presentación de estos objetivos a medio y largo plazo, se preparó un nuevo marco regulatorio.
La Comisión Europea presentó el 19 de septiembre el tercer paquete legislativo en el ámbito de la energía. El objetivo es “crear un mercado interior de la energía real”.
Este paquete contiene propuestas dirigidas a garantizar una capacidad efectiva y real
de elegir proveedor y ventajas para cada ciudadano europeo. Precios más justos, energías
menos contaminantes, seguridad de abastecimiento y sostenibilidad (mediante el aumento de la
eficiencia energética) son objetivos que se alcanzarían con la implementación en la vida real
de este tercer paquete legislativo.
Estas medidas se habían anunciado ya la en Comunicación Una política
energética para Europa, aprobada por el Consejo Europeo en marzo de 2007.
La Comisión propone varias medidas que complementan las normas vigentes:
- Separación entre las redes de transmisión y de producción/suministro.
- Establecimiento de medidas para garantizar que las empresas de terceros países cumplan los mismos requisitos de disociación que las empresas comunitarias.
- Facilitación del comercio energético transfronterizo.
- Conseguir que las autoridades reguladoras nacionales sean más eficaces.
- Fomento de la colaboración transfronteriza y de las inversiones.
- Mayor transparencia.
- Mayor solidaridad.
Finalmente, las medidas expuestas quedan recogidas en las siguientes propuestas legislativas,
que deberán ser analizadas por el Parlamento y el Consejo para su adopción definitiva,
si existe acuerdo. En concreto:
- Propuesta de Directiva por la que se modifica la Directiva 2003/55/CE relativa a las normas comunes para el mercado interior del gas natural.
- Propuesta de Reglamento para crear una Agencia para la cooperación de los reguladores del sector energético.
- Propuesta de Reglamento relativo a las condiciones de acceso a las redes de transporte del gas natural.
- Documento de trabajo de la Comisión para evaluar el impacto del tercer paquete legislativo.
Estas iniciativas de la Comisión (que, podrían convertirse posiblemente en una tercera Directiva) se realizan
en un año en el que quedó establecida como fecha tope para la plena capacidad
de elección de suministrador de gas y de electricidad el 1 de julio, con la excepción de
los Estados bálticos y otros en los que el gas se ha introducido recientemente.
Sin embargo, han existido denuncias de “asimetrías y competencia desleal
en determinados mercados europeos” en la que han insistido, por ejemplo, algunas empresas
españolas. Estas situaciones son generadas por la dificultad de compaginar, con las mismas
condiciones, la apertura real a todas las empresas que intervienen en el mercado, ya sean
de capital privado o con dominio de una incumbent con capital público.
A la hora de redactar estas líneas se trabaja en la búsqueda de una
alternativa a la propuesta de la Comisión de separar la propiedad de las redes de
transporte de las actividades de suministro o, como alternativa, la segregación de
la gestión (mediante un alquiler a un tercero) de las redes de transporte, aunque esta
iniciativa cuenta con la oposición de Francia y Alemania.
Nuevas propuestas en 2008
Incluimos, por último, una breve referencia para recoger la propuesta energética de la Comisión de enero de 2008, que recopila y amplía los objetivos que había enunciado anteriormente para el 2020:
- Incrementar la eficiencia energética un 20%.
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20%.
- Conseguir que el 20% del origen de las fuentes energéticas sean renovables.
- Lograr que el combustible de automoción sea un 10% de origen vegetal.
Junto a estos objetivos se presenta una serie de medidas estratégicas que se refieren, entre otras cosas, a la energía renovable y al comercio de derechos de emisión.