Dos de los dos gasoductos más caros propuestos en la historia de Norteamérica, los denominados North Slope, con
origen en Alaska, y Mackenzie Delta, en Canadá, no tienen ya vuelta atrás.
En el primer caso, el último día de noviembre se cerraba el plazo de presentación de ofertas para su construcción.
A través de 2730 km y 48 pulgadas de diámetro se transportaría gas desde Alaska hasta la frontera
canadiense para llevarlo después hasta el área de Chicago o al Medio Oeste de EE UU. En ambos casos, el
año 2008 será decisivo para la toma de decisiones.
También en Canadá tenemos la terminal Kitimat LNG, que según lo previsto descargará gas en 2010.
En este país la actividad de perforación cayó respecto a los valores de 2006. La razón fue el descenso
de precios en América del Norte y el aumento de los costes. La disminución de las perforaciones varió
entre un 7% (Saskatchewan) y un 42% (Columbia Británica).
Estados Unidos contaba en 2007 con cuatro terminales operando. En los últimos años, tres proyectos
de terminales en California han sido desechados debido a la oposición local. A mediados de 2007 se inició
la construcción en el exterior del puerto de Boston de una terminal flotante, con capacidad para tres
millones de Tm de GNL por año.
Por último, cabe reseñar que está a punto de abrirse la terminal Energía Costa Azul, localizada en Baja
California, en Méjico, aunque está orientada, en parte, al mercado estadounidense.
En Venezuela el proyecto de la planta Mariscal Sucre sigue su largo proceso dilatorio. Existen contactos
con empresas extranjeras interesadas, pero no hay una decisión en firme sobre su construcción.
En Perú se mantienen los plazos y previsiones del proyecto Camisea en el que interviene Repsol YPF.
Estará operativo en 2010, fecha a partir de la cual suministrará a Méjico, a diversos mercados de la costa
americana del Pacífico y a países asiáticos.
BG firmó en junio un acuerdo para construir la primera terminal de GNL de Chile.
Localizada en la Bahía Quintero, a 110 km al noroeste de Santiago, tendrá capacidad para aportar
el 40% de la demanda de gas natural del país andino. El objetivo es iniciar las operaciones en el segundo
trimestre de 2009. Existen planes para construir una segunda planta en el norte de Chile, que satisfaría
las necesidades energéticas de la expansión de la minería del cobre de esta nación. Si se construye esta
segunda planta, entre las dos suministrarían el gas natural que importa Chile desde Argentina.