Las previsiones de distintos Organismos oficiales (Energy Information Administration, EIA, y la Agencia Internacional de la Energía, AIE, entre otros) acerca de la demanda mundial en 2009, se revisaron a la baja respecto a previsiones realizadas en meses anteriores.
Por estas fechas la OPEP se comprometía a cumplir estrictamente el recorte de su producción de crudo en 4,2 millones de barriles diarios, acordado el diciembre anterior en Orán.
Los precios medios subieron en la segunda semana de mayo en torno al 10%, impulsado por el optimismo en las bolsas internacionales que despierta la expectativa de un mayor consumo. Era la primera semana en la que se hablaba de que la crisis económica en Estados Unidos había tocado fondo.
La OPEP no quiso forzar demasiado al alza el precio del crudo en los mercados, acordando mantener a finales de ese mes en Viena la cuota de producción.
Los indicadores no son optimistas para el corto plazo y los inventarios de petróleo y derivados en EE.UU. son mayores de los previstos. El mercado se mueve alrededor de $65/bbl, con gran volatilidad.
Unas buenas previsiones sobre demanda para el 2009 de la AIE publicadas a finales de julio, dispara el precio a futuros hasta los $75/bbl. Con algún descenso en agosto hasta los $70/bbl; el mercado se mantendrá en esa franja en los próximos meses, dentro de la ya usual volatilidad.
La OPEP, en su reunión del 10 de septiembre, decide mantener sus cuotas de producción por tercera vez en 2009.
El valor de mercado de futuros del crudo se acercaba a los $80/bbl a finales de octubre. Pero la volatilidad sigue presente, manteniendo en las siguientes semanas el precio dentro de un abanico de $5-10 alrededor de los $70/bbl hasta mediados de diciembre.
En esas fechas la AIE revisaba al alza la demanda mundial de petróleo de 2010 a 2014. Esa publicación y la llegada de la primera ola de frío en el Hemisferio Norte, impulsó los precios de los petróleos hasta cifras centradas en $80/bbl a finales de año y primeras semanas del 2010.