Respecto a la evolución del crudo, además de un retroceso en su demanda en la mayor parte de los países, destaca como en los pasados años, la volatilidad. En 2009 no ha sido tan acusada como en 2008, pero han sido normales las variaciones semanales del 10 al 15%, indicativo de que el mercado de futuros del crudo sigue siendo atractivo para inversores de todo tipo, un rasgo que perjudica una correcta planificación de inversiones en el sector, en un año en el que claramente han descendido las mismas respecto a años anteriores.
En el mes de junio de 2008 el petróleo alcanzó un máximo de casi $150/bbl seguido de un descenso acusado durante el último semestre. Durante el 2009, el precio se mantuvo en un rango de $60-70/bbl reduciendo así la volatilidad del año anterior.
La reducción de la demanda de energía y la disminución de los precios del gas natural y del crudo ha sido el principal motivo del descenso de las inversiones en la investigación y prospección de estas materias primas. A esta circunstancia se añade que los costes de exploración han ido aumentando debido por ejemplo a la necesidad de búsqueda en aguas profundas.
Las políticas de reducción de las cuotas de producción acordadas por las OPEP han sido una referencia que han seguido los países productores. No obstante, no ha sido un ejercicio con escasez de crudo. Por el contrario, la práctica de tanques flotantes esperando subida de precios señala lo contrario.
Sólo cabe esperar que el inicio de una recuperación económica generalizada y firme en la mayoría de los países, no provoque una subida rápida y potente del precio del crudo, generando una cascada de aumento de costes que frustre el mantenimiento de la misma.
Otro hecho significativo del año ha sido la solidez del gas no convencional como fuente energética. Ya en años anteriores el aumento de producción de gas natural de estas características (en términos coloquiales gas en arenas, con menor densidad que el tradicional) se había hecho notar, básicamente en el mercado norteamericano. En 2009 algunos especialistas han afirmado que es la mayor revolución en el mundo gasista de los últimos años. Las perspectivas son grandes, también en otras partes del mundo.
Después de seis años de aumento del precio del carbón, llegando a un máximo de $220 por tonelada en julio de 2008, hubo un cambio de tendencia en los últimos meses de ese año. En 2009, el precio se ha mantenido alrededor de los $70 por tonelada.