El Informe del sector gasista, editado por la Asociación Española del Gas, Sedigas, presenta las principales magnitudes del entorno energético en general y del gas en particular, de un año marcado nuevamente por un entorno económico especial, que ha ralentizado la marcha de la industria y de la economía en general.
A escala internacional, el 2011 ha destacado por el sostenido impulso de políticas energéticas de renovables, y el endurecimiento de las medidas de seguridad en la energía nuclear. No obstante, se ha reforzando la idea de un balance energético diversificado, que considere todas las fuentes razonablemente viables y con un abanico amplio de aprovisionamientos.
También en 2011, en nuestro país ha continuado el debate público sobre establecer cuál será el mix energético de futuro, que marque las líneas estratégicas a seguir a lo largo de los próximos años. Ante esta situación, Sedigas ha defendido la presencia del gas basándose en la capacidad de crear riqueza del sector y en sus bondades ambientales. El mix energético nacional no puede prescindir del gas por razones como son la generación de puestos de trabajo directos e indirectos de calidad; la reducción de las emisiones; la reducción de los costes energéticos y, en consecuencia, la mejora de la competitividad de las empresas.
El consumo de energía en 2011 en España ha mantenido una alta correlación con el ritmo de la evolución económica, concretándose en un aumento del 0,1%. Ha sido el año más cálido desde que se tiene información estadística. Es por ello que la demanda de energía para calefacción ha estado por debajo de los niveles normales.
No puedo despedirme sin remarcar el importante esfuerzo que está realizando nuestro país en cuanto a la diversificación de orígenes del gas. Se mantiene una amplia diversificación de los aprovisionamientos del sistema gasista español. También resaltar la puesta en marcha del gasoducto Medgaz que une a España directamente con Argelia con una capacidad de 8 bcm que puede convertir a España en puerta de entrada de gas a Europa.
Sólo me queda desearles que esta publicación les sirva de referencia sobre la situación del gas natural en España y en el mundo.