Finalizando 2010 el precio medio de los principales crudos de referencia se situaba alrededor de 90 $/barril, 15$ más altos que en diciembre de 2009 y más del doble de los valores de mercado de finales de 2008 (unos 41 $/barril).
Una de las primeras consecuencias de estos acontecimientos fue la presión al alza de la subida del precio del crudo (como muestra, el 22 de febrero el crudo spot WTI aumentó 7$/barril) y, en general, de todas las energías primarias comercializadas internacionalmente. Algunos países de la OPEP decidieron a primeros de marzo aumentar la producción.
En los primeros meses de 2011 se mantienen las variaciones de precios en un mercado muy volátil, muy dependiente de las noticias acerca de la esperada recuperación económica.
En estos meses el precio del GNL en el mercado spot aumenta en Europa. Hechos como el cierre definitivo de siete reactores nucleares en Alemania (el 35% de su capacidad nuclear) y un mercado firme en Asia, presionaban el mercado al alza.
El 14 de diciembre, la OPEP acuerda mantener el bombeo en 30 millones de b/día, señalando que se estaba produciendo un aumento de los niveles especulativos en los mercados de materias primas.
La AIE señala a finales de noviembre que la economía mundial se encontraba en un momento más crítico que durante la crisis de 2008-2009, cuando los precios del crudo eran más bajos.
Desde 2009 el gas natural ha seguido la tendencia de desacoplación del precio del crudo, en particular en EE.UU. Sin embargo, debido al crecimiento del precio del crudo durante el 2011, los exportadores de gas han mantenido la indexación al barril de Brent.