Solución asequible, eficiente y sostenible para cubrir necesidades energéticas de consumidores domésticos e industriales.

Gas natural y calidad de vida

La utilización de gas natural puede contribuir de manera muy significativa a la reducción de la contaminación ambiental y por tanto a la calidad del aire que respiramos.

En el transporte

El gas natural es una excelente alternativa a la gasolina o el gasóleo porque los vehículos de gas no emiten partículas sólidas en suspensión ni dióxido de azufre, plomo o metales pesados. Además, las emisiones de óxidos de nitrógeno así como las de monóxido de carbono son menos de la mitad que las del gasóleo.

En el hogar

El gas natural es una solución asequible, eficiente y sostenible para cubrir necesidades de calefacción y agua caliente sanitaria de los edificios. En este sentido, las calderas de condensación para calefacción de gas natural suponen unas emisiones de óxidos de nitrógeno tres veces menores que las colectivas de carbón y la mitad que las calderas colectivas de gasóleo. Además, las emisiones de monóxido de carbono son diez veces más reducidas respecto a las de carbón, y las muy contaminantes de dióxido de azufre prácticamente desaparecen con las calderas de gas natural. Otras soluciones tecnológicas como las bombas de calor o la combinación de energía solar-térmica y gas también proporcionan numerosas ventajas económicas y ambientales.

En la industria

El gas natural resulta imprescindible en procesos industriales de alta demanda calorífica como la siderurgia o la cerámica. Además, su suso en instalaciones de cogeneración mejora la competitividad de las empresas al permitir producir electricidad a precios muy ventajosos. La sustitución de combustibles líquidos por gas natural supone eliminar prácticamente las emisiones de partículas sólidas en suspensión de monóxido de carbono y de dióxido de azufre. En el caso de la industria cerámica española se produjo además una reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno en un 70%.

En la generación de electricidad

En las centrales de ciclo combinado de gas natural para generación eléctrica las emisiones de óxido de nitrógeno se reducen en un 80% y las de óxidos de azufre prácticamente desaparecen con relación a las térmicas tradicionales de carbón o gasóleo.