El gas natural es un aliado indispensable para la industria española, la cual es la principal consumidora de esta energía con más del 50% de su demanda total. Esta unión se fundamenta en los grandes beneficios que brinda a las fábricas y empresas como combustible y como materia prima.
El gas natural se ha convertido en un eslabón fundamental para la industria española, aumentando por igual su competitividad y eficacia, ya que sustituye a otros combustibles más contaminantes y menos eficaces.
Se trata de un combustible mucho más limpio que el carbón o el fueloil. Las emisiones a la atmósfera son un 25-30% menos de dióxido de carbono (CO2) comparadas con el fuel o el gasóleo y no emite otros contaminantes como azufre (SO2), plomo (Pb) o partículas sólidas en suspensión (PM).
Por otro lado, no necesita preparación previa antes de su utilización como el carbón o el petróleo. Sus quemadores son más fáciles de limpiar, su vida útil es más larga y requieren de un menor mantenimiento
El gas natural es completamente intercambiable con el gas renovable (biometano, hidrógeno renovable o gas sintético), por lo que su uso continuará en un futuro de forma aún más eficiente y sostenible, sin necesidad de grandes inversiones.
El gas puede ser utilizado en calderas industriales y procesos de producción de fábricas para crear o dar forma a piezas de metal, caucho, plástico, cemento, vidrio y cerámica. Por su alto poder calorífico, es insustituible en estos sectores que requieren elevadas temperaturas en sus procesos.
Es indispensable para la elaboración de plásticos, productos farmacéuticos y químicos como el hidrógeno, el etileno y el metanol. Por ejemplo, uno de los resultados industriales más importantes derivados del gas natural es el hidrógeno gris y azul, el cual es necesario para producir amoníaco para fertilizantes.
Las centrales de energía crean un 57% más de luz a partir del uso del gas, una capacidad mucho mayor que con otros combustibles y que ayuda a abaratar las facturas de comercios y particulares. Además, las centrales de ciclo combinado a gas son el respaldo más eficaz para las energías renovables.
La industria española destina la mitad de su consumo de gas a la cogeneración: la producción simultánea de energía eléctrica y calor útil. Una técnica que conlleva un ahorro energético superior al 10% y posibilita optimizar recursos.