Solución asequible, eficiente y sostenible para cubrir necesidades energéticas de consumidores domésticos e industriales.



Gas para movilidad

El gas natural vehicular (GNV) es una alternativa eficiente, asequible y sostenible a los combustibles tradicionales para automoción.

El parque de automóviles a gas natural sigue creciendo a nivel global y según los últimos datos de NGV Global en todo el mundo hay casi 30 millones de vehículos que funcionan con gas natural. Según datos de Gasnam de 2019, en España hay actualmente 30.000 vehículos a gas natural, incluyendo gas natural licuado (GNL) y gas natural comprimido (GNC).

Los automóviles de GNV disponen de una tecnología y prestaciones prácticamente idénticas a las de los convencionales. Esto es debido a que tienen un motor de combustión interna que puede alternar el uso de la gasolina y el gas natural.

El motor utiliza el gas natural hasta que se agota, pasando automáticamente en ese momento a consumir gasolina. Cuando ocurre, en el cuadro de mandos aparece un aviso luminoso para informar al conductor del cambio ya que no se nota ninguna diferencia en la potencia.

Por otra parte, su conducción es casi igual a un gasolina o diésel, salvo porque es más suave, son muy silenciosos y apenas sufren de vibraciones. También tienen una mecánica más similar a los coches tradicionales que los eléctricos, por lo que sus labores de mantenimiento son equivalentes.

Ventajas medioambientales

  • Reducen las emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre un 25-30%.
  • Emiten un 85% menos de óxidos de nitrógeno (NOx).
  • Mitigan en un 96% las emanaciones de partículas sólidas en suspensión (PM).
  • No despiden plomo (Pb) ni trazas de metales pesados.
  • Eliminan el 100% de las emisiones de azufre (SO2).
  • Moderan la contaminación acústica produciendo un 50% menos de ruido.

Ventajas medioambientales

  • Reducen las emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre un 25-30%.
  • Emiten un 85% menos de óxidos de nitrógeno (NOx).
  • Mitigan en un 96% las emanaciones de partículas sólidas en suspensión (PM).
  • No despiden plomo (Pb) ni trazas de metales pesados.
  • Eliminan el 100% de las emisiones de azufre (SO2).
  • Moderan la contaminación acústica produciendo un 50% menos de ruido.

Los vehículos a gas cuentan con la etiqueta ECO de la DGT que les permite circular y aparcar por el centro de las ciudades en momentos de restricciones por contaminación.

Vehículos de gas natural comprimido (GNC)

El GNC es utilizado en automóviles y algunos vehículos pesados como autobuses, camiones de servicios y de transporte de corta y media distancia. Su combustible está compuesto principalmente de metano gaseoso, el mismo gas que se emplea en la mayoría de las calefacciones del hogar, el cual se transporta y almacena a altas presiones, entre 200 y 250 bares.

Vehículos de gas natural comprimido (GNC)

Vehículos de gas natural licuado (GNL)

El GNL es la opción más utilizada en vehículos que deben recorrer largas distancias como camiones y autobuses debido a la gran autonomía que consigue, entre 800 y 1.500 kilómetros. Es un carburante que se almacena a -162oC para que pase de estado gaseoso a líquido.

 
Vehículos de gas natural licuado (GNL)

Seguridad

Los coches a gas natural comprimido son tan seguros como el resto, ya que están diseñados bajo los más altos estándares de la industria y su estado de conservación debe verificarse cada cuatro años. Sus tanques de gas son enormemente resistentes ante choques, golpes o incendios. Asimismo, en caso extremo cuentan con una válvula de seguridad que evacúa el gas a la atmósfera de manera controlada.

Seguridad

Repostaje

El repostaje es igual que los automóviles convencionales, realizándose en pocos minutos. Su principal diversidad es que son coches bifuel. Es decir, tienen dos depósitos y dos bocas de llenado: uno para la gasolina y otro para el gas natural. También se distinguen porque el gas natural es más barato, por lo que llenar el tanque es mucho más asequible. Se estima que el precio medio por cada 100 kilómetros cuesta entre 2,8-4 euros, mientras que con el diésel supera los 5 euros y con la gasolina es de unos 7 euros. Por ejemplo, por cada 100.000 kilómetros un conductor podría ahorrarse más de 3.000 euros.

Repostaje

Gas renovable

El gas renovable es totalmente intercambiable con el gas natural, por lo tanto, su utilización como combustible para vehículos es una posibilidad real que ya se está llevando a cabo, por ejemplo, en algunas flotas de autobuses urbanos. En este sentido, el biometano, obtenido a partir de residuos orgánicos, y el hidrógeno obtenido a partir de fuentes renovables, son dos combustibles claves para descarbonizar el transporte.

Gas renovable