La caldera debe revisarse una vez al año si es de más de 70 kW y una vez cada dos años en el caso de calderas de hasta 70 kW.
Aunque es la compañía distribuidora la que debe planificar y realizar la inspección cada cinco años, el propietario o usuario es responsable de que se mantengan periódicamente su instalación y aparatos de gas, estando obligado por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE, modificación abril 2013) a disponer de un certificado de mantenimiento de su calentador o caldera.
Para realizar dicho mantenimiento, el usuario debe ponerse en contacto con el servicio de asistencia técnica del fabricante o con un instalador autorizado de mantenimiento para la puesta en marcha, mantenimiento y reparación de aparatos de gas.
Para saber la potencia de tu caldera o calentador mira la placa de características incorporada en el aparato de forma visible.