REPowerEU: el plan frente a la dependencia de Rusia y la crisis climática



El pasado mes de mayo, la Comisión Europea presentó el programa REPowerEU, un plan que tiene dos objetivos fundamentales: por un lado, dejar de depender de los combustibles fósiles rusos y hacer frente a las perturbaciones del mercado energético mundial como consecuencia de la guerra de Ucrania; y por otro, afrontar la crisis climática. Promover el hidrógeno y otros gases renovables, así como fomentar las interconexiones, es básico para lograr los objetivos de esta nueva iniciativa de la Comisión Europea.

Por Juan Carlos Jiménez

La guerra de Ucrania ha removido las bases del sistema energético mundial provocando el alza de los precios y acentuando la inquietud en cuanto a la seguridad del suministro. Y, en el caso concreto de la Unión Europea, ha puesto de manifiesto la excesiva dependencia de las importaciones de combustibles fósiles procedentes de Rusia. En marzo de este año, los dirigentes de los 27 países miembros acordaron en el Consejo Europeo eliminar gradualmente la dependencia de las importaciones energéticas rusas, e invitaron a la Comisión a presentar con rapidez un plan detallado para conseguirlo.

El objetivo del Plan REPowerEU es reducir rápidamente dicha dependencia, acelerando la transición hacia una energía limpia y uniendo fuerzas para lograr un sistema energético resiliente y una verdadera “Unión de la Energía”. Basándose en el paquete de propuestas Fit For 55 -que constituye la hoja de ruta de la UE para la transición ecológica-, completado con acciones relativas a la seguridad del suministro y el almacenamiento de energía, REPowerEU propone un conjunto de medidas para lograr cuatro metas fundamentales: ahorrar energía; diversificar los suministros; sustituir los combustibles fósiles acelerando la transición hacia una energía limpia; y, finalmente, combinar de forma inteligente inversiones y reformas. Se trata de transformar la estructura del sistema energético de la Unión, a través de una coordinación eficaz entre medidas reguladoras y de promoción de infraestructuras, así como inversiones y reformas nacionales y el establecimiento de una “diplomacia energética” conjunta. También requieren una coordinación entre las medidas para reducir el consumo de energía y transformar los procesos industriales para sustituir los combustibles fósiles por electricidad e hidrógeno renovables.

DIFERENCIAS ENTRE PAÍSES

La dependencia de las fuentes de energía rusas entre los Estados miembros difiere considerablemente de un país a otro. El enfoque del plan REPowerEU refleja estas diferencias y propone respuestas adecuadas a las necesidades específicas de cada uno, al tiempo que propone alcanzar la neutralidad climática para la UE en 2050.

REPowerEU requiere una rápida aplicación de todas las propuestas Fit For 55, con metas más ambiciosas en materia de eficiencia y renovables. Renunciar a los combustibles fósiles rusos también requiere inversiones específicas en infraestructuras de gas y cambios en la infraestructura petrolera para garantizar la seguridad del suministro, junto con inversiones a gran escala en la red eléctrica y la creación de una “columna vertebral del hidrógeno” diseñada para toda la Unión.

Ningún Estado miembro puede hacer frente por sí solo a este reto. Evaluar entre todos los socios europeos las necesidades y la planificación, realizar compras conjuntas y aumentar la coordinación son elementos clave para una eliminación progresiva, factible y asequible de la dependencia de Rusia, junto a una red energética europea verdaderamente interconectada. Se trata pues de cambiar el actual modelo energético europeo.

Ahora bien, ¿cuáles van a ser las previsibles repercusiones de REPowerEU en el caso concreto del sector gasista?

MEDIDAS DE AHORRO

En primer término, y en el apartado del ahorro, existe un paquete de medidas referidas al gas natural que debería lograr reducir el consumo europeo de esta fuente de energía en un 30% en el horizonte de 2030. Más de un tercio de dicho ahorro derivaría del cumplimiento de medidas de eficiencia energética, que pueden ponerse en marcha de forma inmediata. De hecho, la Comisión, en colaboración con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), ha puesto en marcha un plan de nueve puntos para reducir el consumo de energía, y se estima que estas medidas pueden lograr a corto plazo reducciones del 5% en la demanda de gas (alrededor de 13.000 millones de metros

cúbicos) y de petróleo (alrededor de 16 Mtep). Con la plena aplicación del plan REPowerEU, incluyendo alternativas al gas como el biometano sostenible o el hidrógeno renovable, el mayor despliegue de las energías renovables y las medidas estructurales de la demanda, se espera que la demanda europea de gas disminuya a un ritmo más rápido que el previsto en el marco del paquete de medidas Fit For 55 (hasta 35.000 millones de metros cúbicos en el horizonte de 2030).

DIVERSIFICACIÓN DE IMPORTACIONES

En cuanto a la diversificación de las importaciones, que constituye otro de los pilares en los que se basa REPowerEU, la Comisión y los Estados miembros han creado una plataforma energética para la compra común de gas, GNL e hidrógeno, que desempeñará tres funciones: en primer término, la de agregación y estructuración de la demanda; en segundo lugar, el uso optimizado y transparente de las infraestructuras de importación, almacenamiento y transporte de gas, maximizando la seguridad del suministro y la reposición de las reservas; y, finalmente, tendrá una dimensión internacional a largo plazo para la adquisición de gas e hidrógeno y el desarrollo de proyectos de energía limpia.

La Comisión estudiará también la posibilidad de desarrollar un “mecanismo de compra conjunta”, para negociar y contratar, en nombre de los Estados miembros, la demanda agregada de gas y la liberación competitiva al mercado. Se prevé además que la UE proporcione a sus socios internacionales perspectivas a largo plazo para una cooperación mutuamente beneficiosa, mediante la integración del hidrógeno y el desarrollo y el comercio de energías renovables, así como la cooperación en materia de estrategias de reducción de las emisiones de metano.

Junto a esta diversificación de proveedores externos, la producción de gas natural en los Estados miembros que disponen de este recurso puede contribuir a reforzar la seguridad del suministro.

LA ALTERNATIVA DEL HIDRÓGENO

En cuanto a la sustitución de los combustibles fósiles, tercera de las cuatro metas principales de REPowerEU, la aceleración del hidrógeno constituye un elemento de capital importancia en el plan. En concreto, el hidrógeno renovable será clave para sustituir el gas natural, el carbón y el petróleo en las industrias y el transporte difíciles de descarbonizar. REPowerEU establece un objetivo de 10 millones de toneladas de producción de hidrógeno renovable y 10 millones de toneladas de importaciones para 2030.

REPowerEU reconoce que se requerirán esfuerzos acelerados para desplegar infraestructuras de hidrógeno capaces de producir, importar y transportar esos 20 millones de toneladas. Las actuales redes transfronterizas se encuentran aún en sus inicios, pero la base para su planificación y desarrollo se han incluido en otras ramificaciones transeuropeas de energía, como la de gasoductos.

Se estima que las necesidades totales de inversión para las principales categorías de infraestructuras de hidrógeno se situarán entre 28.000 y 38.000 millones de euros para los gasoductos internos de la UE, y entre 6.000 y 11.000 millones de euros para el almacenamiento.

Para facilitar la importación de hasta 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable, la Comisión apoyará el desarrollo de tres grandes corredores de importación de hidrógeno a través del Mediterráneo, la zona del Mar del Norte y, tan pronto como las condiciones lo permitan, Ucrania.

Para lograr estos objetivos, la Comisión se ha comprometido a identificar las necesidades preliminares en materia de infraestructuras de hidrógeno para marzo de 2023, así como a movilizar fondos de la UE en el marco del MCE, la política de cohesión y el Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) puesto en marcha a raíz de la pandemia del coronavirus. También se creará una línea de trabajo específica sobre la adquisición conjunta de hidrógeno renovable en el marco de la Plataforma de Energía de la UE.

IMPULSO DEL BIOMETANO

En cuanto a la expansión del biometano, REPowerEU contempla impulsar la producción sostenible de este gas hasta un volumen de 35.000 millones de metros cúbicos de aquí a 2030, como una vía rentable para alcanzar el objetivo de reducir las importaciones de gas ruso. Para ello, las necesidades de inversión estimadas ascienden a 37.000 millones de euros.

Como se indica en el Plan de Acción sobre el Biometano, la Comisión propone abordar los principales obstáculos al aumento de su producción y uso sostenibles, así como facilitar su integración en el mercado interior del gas de la UE. Y para ello se establecen diferentes medidas para estimular la cadena de valor de los gases renovables, animar a los productores de biogás a crear comunidades de energía, incentivar la transformación del biogás en biometano, o promover la adaptación de las infraestructuras existentes y el despliegue de otras nuevas para su transporte a través de la red de gas de la UE.

“La atención debe centrarse en la producción sostenible, garantizando que el biometano se produzca a partir de residuos orgánicos y residuos forestales y agrícolas, a fin de evitar repercusiones en el uso del suelo y la seguridad alimentaria” explica el documento.

La bioenergía representa el 60% de la energía renovable en la UE. Es una fuente de energía estable y disponible, pero el abastecimiento sostenible es fundamental. Las estimaciones actuales muestran un aumento moderado pero constante del uso de biomasa hasta 2030. “Dar prioridad al uso de residuos de biomasa no reciclables y residuos agrícolas y forestales garantizará una producción de energía sostenible que pueda contribuir a los objetivos del plan REPowerEU”.

NECESIDADES DE INVERSIÓN

El análisis de la Comisión indica que el plan REPowerEU implica una inversión adicional de 210.000 millones de euros hasta 2027, además de lo necesario para alcanzar los objetivos de las propuestas del paquete de medidas Fit For 55. Esta inversión será sin embargo rentable, puesto que ahorrará a la UE 80.000 millones de euros en gastos de importación de gas, 12.000 millones de euros en gastos de importación de petróleo y 1.700 millones de euros en gastos de importación de carbón hasta 2030.

El marco de las redes transeuropeas de energía (RTE-E) ha contribuido a crear una infraestructura europea de gas más resiliente basada en unos suministros más diversificados. Una vez ejecutados los proyectos de interés común en curso y los proyectos de interés mutuo, todos los Estados miembros y los países vecinos tendrán acceso al menos a tres fuentes de gas o al mercado mundial de gas natural licuado (GNL). Solo en 2022 se han comisionado Proyectos de Interés Común (PIC) referidos al gas con una capacidad adicional total de transporte de 20.000 millones de metros cúbicos al año. Recientemente se han completado o puesto en marcha una serie de proyectos clave cofinanciados por la UE, como el interconector de gas Polonia-Lituania (GIPL) de importancia clave para la región del Báltico y una nueva terminal de gas natural licuado en el norte de Grecia.

El plan REPowerEU contempla también los PIC que deberán acelerarse, algunos de los cuales, como los interconectores ibéricos y las conexiones de los Estados miembros insulares, están en preparación desde hace muchos años. El almacenamiento es igualmente fundamental para garantizar la flexibilidad y mejorar la seguridad del suministro. Debe proporcionarse un apoyo adecuado, incluido el financiero, a los proyectos que tengan por objeto aumentar la capacidad de almacenamiento y retirada, a fin de garantizar un mayor nivel de preparación y respuesta a los riesgos en la seguridad del suministro de gas.

Para importar una cantidad suficiente de GNL y gas de gasoducto de otros proveedores se necesitarán inversiones estimadas en 10.000 millones de euros hasta 2030, incluidas terminales de importación de GNL, gasoductos, terminales de importación infrautilizadas y capacidades de flujo inverso.

En concreto, las inversiones adicionales para conectar terminales de importación de GNL en la Península Ibérica y la red de la UE a través de infraestructuras listas para el hidrógeno pueden contribuir a diversificar el suministro de gas en el mercado interior y a aprovechar el potencial a largo plazo para el hidrógeno renovable.

Aunque la mayoría de las metas y objetivos del plan REPowerEU son europeos y requieren una estrecha coordinación, la aplicación de muchas de las medidas sigue correspondiendo a los Estados miembros y requiere reformas e inversiones específicas. En el caso del gas, los proyectos que tengan relevancia supraestatal podrán incluirse en el plan de recuperación y resiliencia.

 

ACELERAR LAS INTERCONEXIONES CON LA PENÍNSULA

En su reunión celebrada el 31 de mayo, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron aprovechar el potencial renovable de la Península Ibérica “para contribuir a la seguridad de suministro” en el marco de la estrategia para reducir la elevada dependencia de combustibles fósiles de Moscú. España llevó a la cumbre europea la necesidad de que la UE aproveche los fondos de RepowerEU para acelerar las interconexiones energéticas con la Península y sus plazos de ejecución. Entre las prioridades españolas figura la interconexión eléctrica con Francia, así como el corredor de hidrógeno pirenaico o su posible alternativa a través del Mediterráneo.

En este mismo sentido, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, apoyaba en Bruselas las grandes posibilidades para la Península Ibérica en la futura producción y transporte de hidrógeno verde, en su intervención en el lanzamiento de la European Hydrogen Backbone, la plataforma de 31 empresas del sector que buscan impulsar esa fuente de energía en la UE.

Enagás prevé invertir 1.500 millones de euros en un gasoducto submarino para unir España e Italia, que entraría en funcionamiento en 2028, y prevé que el Midcat, que conectaría con Francia a través de Cataluña, podría operar en 2025. Así se recoge en el Plan Estratégico 2022-2030, que contempla un impulso sin precedentes en las interconexiones energéticas, aunque depende de la aprobación de las autoridades europeas a los planes conjuntos del operador del sistema español con sus equivalentes al norte de los Pirineos y al otro lado del Mediterráneo. 

 

Las medidas del Plan RepowerEU

A CORTO PLAZO

• Compras comunes de gas, GNL e hidrógeno a través de la Plataforma de Energía de la UE para todos los Estados miembros que deseen participar, así como para Ucrania, Moldavia, Georgia y los Balcanes Occidentales.

• Nuevas asociaciones en materia de energía con proveedores fiables, también en lo referido a la cooperación futura en materia de energías renovables y gases hipocarbónicos.

• Realización rápida de proyectos de energía solar y eólica, en combinación con la adopción del hidrógeno renovable, para ahorrar 50.000 millones de m3 de importaciones de gas.

• Aumento de la producción de biometano para ahorrar 17.000 millones de m3 de importaciones de gas.

• Aprobación de los primeros proyectos de hidrógeno a escala de la UE.

• Comunicación sobre el ahorro de energía en la UE con recomendaciones sobre la manera en que los ciudadanos y las empresas pueden ahorrar alrededor de 13.000 millones de m3 de importaciones de gas.

• Almacenamiento de gas hasta el 80% de la capacidad para el 1 de noviembre de 2022.

• Planes de reducción de la demanda coordinados por la UE en caso de interrupción del suministro de gas.

 A MEDIO PLAZO QUE DEBERÁN ULTIMARSE ANTES DE 2027

• Nuevos planes nacionales REPowerEU con cargo al Fondo de Recuperación y Resiliencia modificado para

financiar las inversiones y reformas por un valor de 300.000 millones de euros. • Estímulo de la descarbonización industrial con 3.000 millones de euros en concepto de proyectos anticipados con cargo al Fondo de Innovación.

• Nueva legislación y recomendaciones para una autorización más rápida de las energías renovables, especialmente en «zonas propicias» con bajo riesgo medioambiental.

• Inversiones en una red integrada y adaptada de infraestructuras de gas y electricidad.

• Mayor ambición en materia de ahorro energético mediante el incremento del objetivo de eficiencia a escala de la UE del 9 al 13% para 2030.

• Incremento del objetivo europeo de energías renovables para 2030 del 40 al 45%.

• Nuevas propuestas de la UE para garantizar el acceso de la industria a las materias primas fundamentales.

• Normativa para aumentar la eficiencia energética en el sector del transporte.

• Acelerador de hidrógeno para conseguir de aquí a 2025 17,5GW de electrolizadores y alimentar la industria de la UE con una producción autóctona de 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable.

• Marco normativo moderno sobre el hidrógeno.