Gas para la última milla



El boom de las compras online y el creciente número de repartos a domicilio de todo tipo de productos ha puesto en boga la llamada “logística de la última milla”: la última fase del proceso, la que verifica que la mercancía llegue a manos del cliente final. Una modalidad de compra muy cómoda para el comprador, pero cuyo auge ha puesto sobre la mesa la necesidad de descarbonizar esta actividad. El gas, y en especial el biometano, pueden suponer una buena alternativa para evitar emisiones de gases de efecto invernadero y de partículas contaminantes.

Por Juan Carlos Giménez

Operando a través de Internet, es posible acceder a la más variada gama de productos, llegados a veces desde destinos muy lejanos, que en un tiempo récord nos son entregados en la puerta de nuestro domicilio. Lo que desconocemos es la compleja concatenación de operaciones logísticas necesarias para que el paquete con nuestro pedido llegue a su destino.

En primer lugar, la mercancía ha sido fabricada en ocasiones en otros países, y en consecuencia tiene que llegar por barco o por avión al puerto o aeropuerto designados. Desde allí pasará a un centro logístico, a veces de grandes dimensiones, que a su vez distribuye los pedidos a almacenes de zona más pequeños y próximos al destino final de cada producto. El siguiente paso es organizar rutas de distribución detalladas en función de la ubicación de los destinatarios de cada entrega.

Si se trata de una ciudad de dimensión mediana o grande, lo habitual es que en la última fase del proceso se utilicen furgonetas o camiones pequeños, que avanzan por la ciudad hasta donde se lo permitan las restricciones al tráfico, y que son relevados por vehículos más pequeños, bicicletas o incluso patinetes, hasta que se verifica la entrega del pedido.

Una logística perfectamente estudiada y optimizada al máximo, en el que la última milla -conocida también como distribución capilar- es crucial, dado que hay que satisfacer una doble demanda: por un lado, la celeridad que exige la clientela; y por otro, ajustar y optimizar al máximo los costes, tanto desde el punto de vista de las horas de trabajo invertidas como del gasto en vehículos y combustible.

La fase más problemática

La última milla concentra los mayores problemas para las empresas de transporte y logística, al tratarse de una distribución pormenorizada, que requiere mayor número de vehículos en operación y que se ve afectada por factores externos poco previsibles, como los problemas inherentes al tráfico en el centro de las ciudades, los atascos, los cortes por obras, etc.

Los costes son más difíciles de estimar, de manera que la sincronización de tareas y la optimización de rutas se convierten en fundamentales, junto a una adecuada clasificación de paquetes en función de su tamaño, fragilidad, refrigeración en el caso de determinados alimentos u otras condiciones particulares de los envíos.

Estos son algunos de los condicionantes de una actividad que, según un reciente estudio en torno al comercio electrónico en España, se ha incrementado en un 20% en el último año. Un dato al que sin duda no ha sido ajena la pandemia, pero que en cualquier caso arroja un dato revelador: hasta 20 millones de españoles de entre 16 y 70 años compran habitualmente a través de internet.

El Foro Económico Mundial ha calculado por su parte que las entregas de última milla en zonas urbanas aumentarán en más de un 30% a lo largo de la presente década en las cien principales ciudades del mundo. Y un dato preocupante: las emisiones de CO2 asociadas a este tipo de comercio alcanzarán los 25 millones de toneladas en 2030.

El gas en la última milla

Rediseñar la logística de la distribución de mercancías e introducir flotas menos contaminantes parecen las soluciones más razonables: reducirían considerablemente tanto los costes logísticos como las emisiones generadas. En este contexto, la Fundación Naturgy ha editado un estudio de la UPF Barcelona School of Management, dependiente de la Universidad Pompeu Fabra, que aborda esta cuestión. Y que concluye que, para una distribución urbana sostenible, es necesario combinar la sustitución de combustibles y la reordenación de la movilidad con un diseño logístico adaptado a las necesidades derivadas del e-commerce.

Según este estudio, la combinación de vehículos de gas natural y eléctricos con otros sin motor, junto a la reordenación de la logística y la movilidad urbana, podría reducir hasta un 46% los costes de las empresas, un 50% las emisiones de efecto invernadero, y hasta un 96% las de sustancias que afectan a la salud de las personas (óxidos de nitrógeno y partículas, causantes de enfermedades cardiovasculares y respiratorias). El trabajo se ha elaborado a partir de las mejores prácticas logísticas en ciudades del mundo, centrándose en recorridos inferiores a los 50 km.

Bajo el título “Distribución urbana de mercancías sostenible. Para una mejora económica, ambiental y social”, el estudio sostiene que una buena planificación urbanística mejoraría la sostenibilidad económica, ambiental y social de esta actividad. “La colaboración público-privada es fundamental para las soluciones de distribución sostenible en el ámbito urbanístico, porque los vehículos con combustibles alternativos requieren de nuevas infraestructuras de recarga”, ha señalado Oriol Montanyà, coautor del estudio y director del departamento de Operaciones, Tecnología y Ciencia de la UPF-BSM.

La coautora del estudio y coordinadora del Observatorio de Sostenibilidad de la UPF-BSM, Erola Palau, ha destacado la importancia de “encontrar soluciones que se diseñen y ejecuten equilibrando la sostenibilidad económica, ambiental y social, y para ello es necesario abordar conjuntamente la dimensión logística, técnica y urbanística de la distribución de mercancía de última milla”.

La startup de Enagás

En España existen ya iniciativas con el objetivo de lograr una movilidad más sostenible. Un ejemplo es Gas2Move, una startup de Enagás, que ha puesto en marcha una flota de vehículos que utilizan Gas Natural Vehicular (comprimido y licuado). La compañía cerró sus operaciones del año 2020 sumando un ahorro de emisiones de COâ‚‚ de 293 toneladas, 4.741 kilogramos de NOâ‚‚ (óxido nitroso) y 2,20 kilogramos de partículas negras, responsables de la formación de nubes de contaminación en las ciudades, gracias al uso de vehículos a gas natural.

En concreto, durante el año 2020 Gas2Move repartió un total de 3.492.271 paquetes, con una flota de 350 vehículos movidos con gas natural vehicular y una plantilla que supera las 400 personas. Estos vehículos recorrieron un total de 12,4 millones de kilómetros en rutas de reparto para los principales operadores logísticos, cubriendo un total de 72.395 servicios en pueblos y ciudades de las 27 provincias en las que opera. Unos datos que consolidaron el liderazgo de Gas2Move en materia de sostenibilidad medioambiental dentro del sector logístico español.

La compañía pasó a denominarse, a partir de febrero de 2021, Llewo, en virtud del acuerdo alcanzado entre Enagás e Ilunion, el grupo empresarial de la ONCE. Ambas compañías acordaron una participación conjunta en el operador líder de última milla logística mediante vehículos propulsados por energías alternativas. Con la entrada de Ilunion en el accionariado se propiciará una expansión del servicio a todo el territorio español.

Para Javier Ballesteros, CEO de Llewo, “la incorporación de Ilunion a nuestro accionariado refuerza nuestro compromiso de liderar la última milla con un modelo basado en la sostenibilidad y el impacto social en las personas. Nos sentimos muy orgullosos de haber llegado a este acuerdo que demuestra el gran trabajo realizado por nuestro equipo humano y, a su vez, supone una gran responsabilidad para alcanzar los objetivos marcados por nuestros accionistas”.

Llewo está desarrollando también el uso de otros vehículos basados en biogás, electricidad e hidrógeno, que marcarán la pauta futura en la última milla logística. Asimismo, ha incorporado recientemente a su flota vehículos eléctricos y triciclos de pedaleo asistido para el reparto urbano.

Primer contrato de suministro de biometano para una flota de reparto

En junio de 2021, Naturgy y la compañía Aquaservice, líder en distribución de agua mineral natural y bebidas refrescantes, firmaron el primer contrato de suministro de biometano para vehículos en España. En virtud de este acuerdo, la empresa energética proporcionará esta modalidad de gas renovable a la flota de reparto de última milla de Aquaservice, que se convertirá así en la primera compañía española en utilizar este combustible ecológico en su flota de vehículos de reparto.

El biometano procederá de las instalaciones de producción que Naturgy tiene en el vertedero Elena, ubicado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), que constituye la primera planta habilitada para inyectar gas renovable procedente de residuos en la red gasista española. El contrato prevé el suministro de un máximo 2GW/año, lo que contribuirá a una reducción de emisiones de hasta 350 toneladas de CO2/año. Un volumen equivale a las emisiones correspondientes a 53.000 vehículos durante un día.

Naturgy y Aquaservice se han comprometido a colaborar para promover la movilidad sostenible eléctrica, con biometano y con hidrógeno verde, a través de la flota de reparto de última milla que Aquaservice opera en España.

En la presentación del acuerdo, el responsable de Compras y Flota de Aquaservice, Rafael Vaño, señaló que “la apuesta por la economía circular y la movilidad sostenible han sido claves para que nos convirtamos en la primera compañía carbono neutral del sector. Ahora, y gracias a Naturgy y a su suministro de biometano, damos un paso más en la reducción de emisiones en toda nuestra actividad, promoviendo el reparto sostenible de última milla en las ciudades españolas”.

Aquaservice es líder en España en la distribución de agua mineral natural y bebida refrescante con dispensador. Fundada en 1997, la compañía cuenta con más de 2.200 empleados repartidos en 53 delegaciones propias en las principales capitales del país. Cuenta con más de 470.000 clientes, tanto en mercado de hogar como de empresa, y es la única marca que ofrece una solución 100% nativa circular a gran escala para agua envasada en España.