Por Pilar Ortega
Si somos capaces de reducir el consumo de energía individual, lograremos mantener a raya la factura de la calefacción, la luz, el gas o el consumo general. Este invierno solo va a ser barata la energía que no se gaste y esto conviene aprenderlo para adoptar hábitos que sirvan para reducir el consumo de energía en casa. Te vamos a ayudar a conseguirlo si sigues estas sencillas indicaciones:
La calefacción puede llegar a representar hasta el 50% del consumo de energía de la vivienda.. Por eso, para hacer un uso responsable de la calefacción, lo mejor y lo más práctico es utilizar un termostato ambiental, conectado e inteligente, con el objetivo de optimizar el funcionamiento de la caldera y de los radiadores y no tener que reprogramar constantemente.
Un buen termostato permite controlar, con un mando a distancia, la temperatura ideal en cada habitación de la vivienda en cualquier momento del día. Un termostato conectado, además, combina diferentes parámetros, como, por ejemplo, las condiciones meteorológicas o los hábitos de vida. Por eso, es una interesante solución para reducir el consumo energético vinculado a la calefacción y ahorrar en la factura. Ajustar un grado el termostato puede hacernos ahorrar hasta un 7% de la factura, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
La eficiencia energética de la vivienda es decisiva para determinar la energía consumida y sacar el máximo partido de los aparatos, mejorar el confort térmico y reducir el gasto en la factura eléctrica, del gas y de la calefacción. Para trabajar en la optimización de la eficiencia energética, hay que saber lo siguiente:
• Aislar techos, muros y ventanas para evitar pérdidas de calor
El 30% del calor de una vivienda se escapa por los techos y tejados, el 20% por las paredes y otra pequeña parte por las ventanas y puertas. Por eso, y para mejorar el consumo de energía, es una buena idea comenzar por evitar estos escapes sin sacrificar el confort térmico. Conviene revisar el aislamiento de tu hogar echando un vistazo a cristales y grietas. También viene bien aislar el tambor de las persianas.
• Instalar un sistema de calefacción y agua caliente eficiente y económico
Conviene instalar, aunque requiera una inversión, un sistema que sea capaz de calentar mucho y consumir poco, lo cual tendrá ventajas tanto en el ámbito ecológico como en el económico y energético. Lo normal es que una instalación nueva (como máximo, de 15 años) contribuya a consumir menos. También debe de adaptarse a nuestras necesidades para permitirnos ahorrar energía a largo plazo. Por normal general, cuanto más avanzada sea la tecnología, menor será el consumo energético. Hay muchas opciones para elegir como equipo de calefacción: bombas de calor aire-aire, aire-agua o geotérmica, caldera de gas de condensación, caldera de “baja temperatura” o de micro-cogeneración, calentadores termodinámicos para producir agua caliente sanitaria, etc.
• Utilizar aplicaciones digitales para controlar el consumo
Muchas de las empresas que distribuyen y comercializan la energía ayudan a sus clientes a apoyarse en las nuevas tecnologías digitales para luchar contra el cambio climático y ser más eficientes. Es el caso del Big Data o la Inteligencia Artificial. Por ejemplo, algunas compañías establecen un canal de comunicación directa con los usuarios para enviarles recomendaciones sobre consumo eficiente e informar de las franjas horarias más adecuadas para hacer uso de la energía según su tarifa o avisar si se registra un consumo excesivo. Dentro del mercado libre, por ejemplo, la aplicación Repsol Vivit permite consultar el consumo por día y hora sin esperar la factura, detallando el de cada electrodoméstico o dispositivo, así como realizar comparativas con otros periodos y otros hogares. Otras aplicaciones del mercado mayorista son RedOs, que ofrece información del mercado eléctrico español en tiempo real, o Ahorra en Luz, con información sobre el precio más alto y más bajo de la jornada. Naturalmente, siguen plenamente operativos los tradicionales calentadores de gas, que proporcionan instantáneamente agua caliente sanitaria. Los modelos más habituales cubren la gama de entre 6 y 18 L/minuto, suficientes para cubrir la demanda de un lavabo o una ducha domésticos. Los equipos más modernos disponen de cámara de combustión estanca que reduce las emisiones de NOx, mejora el rendimiento y añaden mayores condiciones de seguridad.
Con el fin de reducir el consumo energético, el Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, ha puesto en marcha una campaña de concienciación 'Derrochólicos' con la que incide en las medidas enumeradas anteriormente y con la que pretende modificar los malos hábitos energéticos de los hogares españoles. En total, son 50 medidas de eficiencia con las que se trata de reducir el gasto de luz, gas y carburante de las familias.
Las recomendaciones que ha dado el Ejecutivo están estructuradas en diferentes bloques: calefacción y climatización en invierno, cómo hacer un mejor uso del agua sanitaria, consejos para gastar menos en luz o el correcto uso energético de los electrodomésticos. También hay consejos para aplicar en el transporte, en viviendas nuevas y en la oficina.
Por ejemplo, para el aislamiento de la casa, recomienda el uso de dobles ventanas y carpintería con rotura de puente térmico, detectar con una vela corrientes de aire en los interiores y tapar filtraciones con silicona u otros materiales de puertas y ventanas.
Para ahorrar en calefacción, sugiere mantener la casa a un máximo de 21 grados en invierno, apagar la calefacción mientras se duerme y ventilar antes de encenderla, colocar válvulas termoestáticas en radiadores o termostatos programables, bajar el termostato a 15 grados si no hay nadie en casa, tener siempre la caldera a punto, purgar y no cubrir los radiadores, y cerrar persianas y cortinas por la noche.
En cuanto al uso del agua caliente, el Gobierno sugiere usar sistemas de acumulación en lugar de instantáneos, aislar bien el depósito acumulador y las tuberías, no dejar grifos abiertos, ducharse en lugar de bañarse, evitar goteos de los grifos, usar cabezales de ducha de bajo consumo, colocar reductores de caudal en los grifos, usar grifos reguladores de temperatura con termostato y cambiar el doble grifo de agua caliente y fría por un monomando.
Para reducir el gasto en iluminación, el Ejecutivo propone medidas como utilizar colores claros en los interiores, reducir al mínimo la decoración ornamental, mantener limpias las lámparas, dar iluminación localizada a las necesidades y colocar reguladores de intensidad luminosa.
Respecto a la refrigeración del ambiente, sugiere solicitar asesoramiento profesional en la compra del aire acondicionado, ponerlo a un máximo de 25 grados, no bajar el termostato más de lo normal, instalar toldos y cerrar persianas para evitar el calor y procurar que el sol no dé a los aparatos de refrigeración.
De cara al uso de electrodomésticos, propone utilizarlos a máxima capacidad, elegir dispositivos que tengan etiquetado Energy Star y enchufar los mismos a una regleta con interruptor para apagarlos totalmente cuando no se usen y así evitar el gasto fantasma del “stand by”. Y, por último, a la hora de adquirir una vivienda nueva, tener en consideración su certificado energético y preferentemente elegir el de clase A.
1. Apagar las luces según salimos de las habitaciones o salas de nuestra vivienda.
2. Aprovechar lo máximo posible la luz natural.
3. Cambiar la iluminación halógena por bombillas LED de bajo consumo.
4. Invertir en electrodomésticos energéticamente eficientes. Para ello hay que comprobar la tarjeta energética de los electrodomésticos, que son los principales consumidores de electricidad en las viviendas, con el 55 % del total, seguido de la iluminación (12 %), la cocina (9 %), los aparatos de aire acondicionado (7,5 %) y la calefacción (7,5 %).
5. Utilizar los lavados de corta duración en lavavajillas y lavadora y ajustar la temperatura del frigorífico a 5 grados centígrados.
6. Apagar totalmente los aparatos eléctricos y electrónicos cuando no se usen (ordenador, router, consola, TV, etc). Se trata de un sencillo gesto que puede representar hasta un 10% de ahorro en la factura.
7. Tener la casa a un máximo de 20 Cº y 21 Cº grados en invierno durante el día y entre 16 Cº y 18 Cº por la noche.
8. Ventilar la casa un máximo de 10 minutos.
9. Apagar los radiadores de las habitaciones vacías.
10. En la cocina, ajustar la llama de los quemadores al fondo de los recipientes.