“MIBGAS es una referencia óptima para la promoción de los gases renovables en España” | Raúl Yunta, presidente de MIBGAS - Mercado Ibérico del Gas



MIBGAS, la entidad que gestiona el Mercado Organizado de Gas en la Península Ibérica, ha contribuido al desarrollo de un mercado gasista en España más competitivo y eficiente desde su puesta en marcha en 2015. Hablamos con su presidente, Raul Yunta, para hacer balance de estos años y analizar los retos del sector en el futuro, con los gases renovables como protagonistas.

Por Juan Carlos Giménez

¿Qué balance se puede hacer de los ocho años transcurridos desde la puesta en marcha de MIBGAS?

Más que positivo. El mercado ha crecido y se ha desarrollado de una manera constante y continua, se ha asentado y consolidado como la mejor opción ibérica de compra y venta de gas natural; y esto ha beneficiado a los consumidores por la promoción de la competencia en el sector, muy necesaria a la vez que enriquecedora. Son las ventajas que tiene ser un mercado organizado donde se negocia de forma anónima, donde se publican precios que dan una señal robusta y sólida, fruto de transacciones reales. Eso da confianza, y enriquece al sector. Dicho esto, el beneficio es mucho mayor, ya que MIBGAS es bueno para los agentes del sistema: aporta flexibilidad a la negociación de las transferencias de titularidad del gas entre ellos, y también beneficia a los consumidores de energía eléctrica, puesto que un mercado de gas competitivo influye en la competitividad del mercado eléctrico. Diría más, MIBGAS contribuye a la seguridad del suministro al ser plataforma de compra y venta de gas de los gestores técnicos del sistema español y portugués mediante sus acciones de balance, que garantizan las condiciones normales de operación. En definitiva, el beneficio social que aporta MIBGAS es muy superior a su coste. Y se fundamenta en los principios de MIBGAS: objetividad, transparencia, no discriminación e independencia.

¿Cuáles han sido las aportaciones más destacables de MIBGAS desde la triple perspectiva del mercado, de las empresas del sector y de los consumidores finales, tanto industriales como particulares?

Para el mercado, sin duda la liquidez y transparencia de precios son fundamentales, y esto no existía antes de MIBGAS. A esto añadiría la flexibilidad en la contratación y el anonimato de las operaciones, que enriquece la competitividad gracias a la igualdad de condiciones. Por otra parte, a las empresas del sector MIBGAS les ha aportado algo fundamental: garantía y firmeza de las transacciones, confianza y robustez. Además, nuestro papel como gestor de garantías del sistema gasista español permite que las empresas gestionen, en una única “ventanilla”, sus garantías para tres actividades: para el mercado, para los desbalances y para las tarifas de acceso lo que implica menos coste. Y la señal de precios, real y transparente, que ofrece MIBGAS, sirve también para que las empresas tengan un valor de mercado en sus contratos de transferencia de titularidad del gas que, recordemos, son de entrega física. El gas siempre llega, y se evita la complejidad del mundo financiero. Desde la perspectiva de los consumidores finales, tanto industriales como residenciales, los precios competitivos, los descuentos en los precios del gas respecto a otros hubs europeos y la transparencia para la negociación con proveedores son contribuciones de MIBGAS.

¿Hasta qué punto considera que se han logrado los objetivos planteados en el momento de su creación?

Los objetivos planteados en el momento de su lanzamiento, hace ahora ocho años, creo que están más que logrados, pero seguimos trabajando por mejorar e innovar continuamente. Por poner un ejemplo de nuestra evolución: si en su primer año (2016) se negociaron 6,5 TWh, se pasó tres años después (2019) a casi 60 TWh y otros tres años después (2022) la cifra era ya de 129 TWh. Este año, en los once primeros meses, ya llevamos más de 145 TWh. Gracias al trabajo y esfuerzo diario del todo el equipo, con lanzamientos de nuevos productos, atentos siempre a lo que requieren el mercado y los agentes.

En este momento, ¿podemos decir que el mercado gasista ibérico es equiparable al de otros países europeos?

Es totalmente equiparable. Otra aportación de MIBGAS que ha contribuido a ello es la estandarización de productos con Europa, al igual que hemos reforzado nuestros índices de precios, adicionales a los que ya teníamos, con el objeto de crear indicadores más robustos y alineados con la metodología empleada en la mayoría de hubs europeos y agencias de publicación de precios. Ahora, disponemos del MIBGAS PVB Last Price Index (LPI) Day-Ahead (índice diario de precio último) y MIBGAS PVB Average Price Index (API) Day-Ahead (índice precio medio ponderado diario) que refuerzan a los ya existentes junto con una metodología robusta que nos permite desarrollar la completitud de la curva de futuros.

Entre los objetivos de MIBGAS figura también contribuir a aumentar la seguridad del suministro. ¿En qué medida ha favorecido este propósito la sociedad que preside?

La seguridad del suministro es un pilar funda­mental. La regulación de los sistemas europeos de gas natural se basa en la responsabilidad de cada suministrador para abastecer su de­manda, y para ello hay que tener un equilibro, conocido en este sector como balance, entre la oferta y demanda de cada uno: cada día, cada usuario de un sistema gasista tiene que introdu­cir en el tubo el mismo gas que saca. Y aquí es donde entra MIBGAS, sus agentes pueden ges­tionarlo. Otra cosa son las acciones de balance que hagan los gestores técnicos del sistema ibérico (Enagás y REN). Aquí también MIBGAS contribuye a la seguridad del suministro: en caso de que el sistema –español o portugués- se desequilibre, los gestores actúan compran­do o vendiendo en MIBGAS. Y el coste se impu­ta a los agentes en función de sus desbalances.

Están a punto de cumplirse dos años del estallido de la guerra en Ucrania, con las consiguientes repercusiones en un suministrador de gas fundamental para Europa como ha sido tradicionalmente Rusia. ¿Cuál diría que ha sido el momento más crítico en estos últimos dos años?

La crisis de precios del sector gasista europeo comenzó en realidad ya en la segunda mitad de 2021, por las sucesivas retiradas de flujo de gas ruso. En diciembre de ese año se interrumpió el flujo por uno de los cuatro ejes principales: el gasoducto de Yamal. La incredulidad del mercado ante una posible invasión rusa a Ucrania hizo retroceder los precios, hasta que ésta se materializó en febrero de 2022. A partir de ese momento, el mercado europeo de gas se volvió loco: Europa intentando paliar su gran dependencia del gas ruso y Rusia haciendo valer su posición de dominio. Y llegó el verano de 2022: la disminución del flujo de gas ruso y la exigencia europea de llenar los almacenamientos para soportar el siguiente invierno se reflejaron en los precios, que hicieron que ese verano sea difícil de olvidar. Quizás fuese el momento más crítico: cuando se dio la simultaneidad de una crisis de oferta junto con una demanda aún fuerte. A partir de ese momento, fue la bajada de demanda la que hizo disminuir los precios. Esa demanda contenida fue también propiciada por un invierno más benigno de lo habitual, y también contribuyó que la industria europea consumiese menos por los incrementos de precios.

La trágica actualidad en Oriente Medio parece haber relegado a un segundo plano informativo a la guerra de Ucrania. Desde la perspectiva del mercado gasista, ¿ha dejado la UE de ser “rusodependiente” en cuanto al suministro de gas?

Cierto es que el foco se ha desplazado a la trá­gica y durísima situación que se vive en Orien­te Medio. Aun así, la dependencia europea del gas ruso continúa. Y, curiosamente, mediante el tránsito que persiste a través de Ucrania, un contrato que, por cierto, finaliza en 2024. En me­nor medida, también contribuye el que circula a través de Turquía, que suministra a Grecia y Hungría a través de Bulgaria. En todo caso, creo que la UE ha reaccionado de una forma rápida y unida a la situación sobrevenida. La entrada vigorosa de nuevas plantas de regasificación en Europa ha diversificado en mayor medida el aprovisionamiento europeo y disminuido signifi­cativamente la dependencia de gas ruso.

Bajo el prisma de un operador del mercado del gas, ¿cuáles van a ser las claves de futuro en el sector?

La incorporación masiva de fuentes de energía eléctrica renovable implica la necesidad de gestionar su intermitencia y disponibilidad. El gran reto de la transición energética consiste en generar energía cuando lo requiera la demanda, así que es necesario disponer de tecnologías tradicionales gestionables. En este sentido, el gas natural es una fuente de energía gestionable y almacenable que permite satisfacer la demanda de la manera más eficiente y con menores emisiones. Aun así, puesto que tiene origen fósil, es preciso migrar a otras fuentes almacenables y gestionables de mínima huella de carbono. La solución a este desafío puede estar en los gases renovables: el biometano y el hidrógeno. El biometano de aprovechamiento, transporte y almacenamiento inmediatos es parte de la solución hacia un futuro estable desde el punto de vista medioambiental. Y el hidrógeno renovable puede ser la solución de mayor proyección de futuro ya que aprovechará la energía no gestionable renovable excedentaria convirtiéndola en hidrógeno, constituyendo así el aporte energético y de almacenamiento de las tecnologías renovables actuales.

Los gases renovables (biometano, gas sintético e hidrógeno renovable) aparecen como la apuesta de futuro más consecuente del sector para abordar con éxito su proceso de descarbonización. ¿Está el mercado gasista español preparado? ¿Cuáles son los retos más relevantes para que sea una realidad?

Creo que el mercado gasista está preparado y creo que la contribución de todos los actores es fundamental para que la implantación de estos gases avance. MIBGAS es una referencia óptima para la promoción de los gases renovables en España. En primer lugar, dando los precios de estos gases en el mercado y, en segundo, posibilitando la transferencia de la propiedad de estos gases a través de transacciones entre la oferta y la demanda. El conocimiento del precio de mercado es fundamental para asegurar la financiación de los proyectos y, en consecuencia, promover su desarrollo. Por otra parte, la transferencia de la titularidad de gas en un mercado donde las ofertas de venta y la de compras confluyan y se casen mediante procedimientos de mercado, concurrenciales y anónimos, es la mejor forma de promover un mercado competitivo. Y ahí es donde MIBGAS puede decir que está preparado para hacerlo posible. Tenemos experiencia demostrada en proveer estos servicios con éxito. MIBGAS puede contribuir haciendo posible su desarrollo mediante una transparencia que dé confianza a los agentes.

¿Podría contribuir el mercado ibérico a que la pe­nínsula ibérica deje de ser una “isla energética”?

La existencia de MIBGAS ha permitido trans­parentar precios, hacer visibles los precios del gas natural y GNL en la península ibérica, que ya son vistos en Europa como una referencia del suroeste europeo. Los flujos de gas por las interconexiones obedecen, claramente, a las diferencias de precios entre hubs. Tradicional­mente y hasta la existencia de MIBGAS, el flujo siempre había sido de Francia a España, algo que ha ido cambiando en los últimos años y que durante este ejercicio ha sido más intenso y fre­cuente. Los precios de MIBGAS también han contribuido a ello.

Para finalizar, haciendo ya casi balance de 2023 y un poco de prospectiva para 2024, ¿cuáles son sus expectativas para 2024?

Debido a la crisis de los precios de gas experimentada en 2022, la demanda de gas en Europa experimentó un descenso sin precedentes en el primer semestre de 2023. Sin embargo, la recuperación de un nivel de precios más normal durante este año está provocando que la demanda crezca en este último trimestre de 2023, y puede llegar a alcanzar el nivel de 2022, aunque todavía hay distancia con la existente en 2021, antes de la crisis. La cotización de los futuros de gas para 2024 ha ido disminuyendo a medida que transcurría 2023. Así, a comienzos de este año los futuros de gas para 2024 cotizaban a 60 €/MWh y a finales lo hacían alrededor de los 35 €/MWh. Esto nos da a entender que, si no aparecen nuevas perturbaciones geopolíticas o accidentes que alteren los fundamentales del mercado, el nivel de precios en 2024 será de un orden de magnitud más normal que el vivido recientemente.