Harmen Dekker, CEO de la Asociación Europea del Biogás (EBA), ha dedicado casi 15 años de su vida al sector de la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático. Su incorporación a la EBA, después de más de cinco años trabajando en el sector del biogás, fue un paso natural en su compromiso con las energías sostenibles. En esta entrevista, exploramos la visión de Harmen Dekker y su papel en la promoción de un futuro más sostenible a través de los gases renovables.

Cuper Doval

Sedigas ha entrado recientemente a formar parte de la Asociación Europea del Biogás (EBA). ¿Qué supone esta incorporación?

La incorporación de Sedigas reforzará el vínculo entre nuestra defensa ante las instituciones de la UE y su defensa ante el Gobierno español, especialmente en plena Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Los Estados miembros son colegisladores en la UE y al mismo tiempo tienen que aplicar la legislación de la UE. Un socio que transmita mensajes comunes a su gobierno nacional es, por tanto, decisivo para dar forma a una normativa positiva para el sector. Esto es aún más importante si tenemos en cuenta que España tiene el cuarto potencial de biometano más importante de Europa. Su experiencia y conocimiento del sector español del biogás y el gas es también muy valiosa a la hora de definir nuestras posiciones europeas.

España ha fijado recientemente sus nuevos objetivos de producción de biometano para 2030 en 20 TWh anuales, el equivalente al 2% de la demanda actual de gas, ¿qué opina de estos objetivos?

Los objetivos españoles de producción de biometano para 2030 son positivos, sin embargo, teniendo en cuenta el potencial sostenible del país según los últimos estudios como el de Gas for Climate, estos objetivos se quedan cortos respecto al verdadero potencial del país. Según nuestra evaluación, España dispone de grandes tipos de materias primas, lo que podría dar lugar a una estimación de más de 100 TWh al año de producción potencial de biometano. El estudio de Gas for Climate estimó que el potencial de producción de biometano en España para 2030 podría ser de más de 43 TWh.

Los distintos países de la UE ya están enviando a Bruselas sus Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC). ¿Qué medidas y objetivos deberían incluir para apoyar o fomentar el despliegue de esta energía renovable?

España es uno de los Estados miembros que ya ha publicado el borrador actualizado de su PNIEC y lo ha remitido a Bruselas. En este se presentan unos objetivos para 2030 para el biogás. Para apoyar el despliegue del mercado español -considerando su todavía fase emergente- deberían incluirse entre otras medidas planes de apoyo y la fijación de objetivos para conseguir un desarrollo adecuado del mercado.

¿Qué opina del objetivo de producción de biometano fijado por la UE para 2030 (35 bcm)?

Es un hito histórico en el sector: la Comisión Europea reconoce el papel estratégico del biometano en el sistema energético, especialmente para reducir la dependencia exterior del gas. El objetivo es alcanzable en términos de disponibilidad de materia prima sostenible. De hecho, Gas for Climate afirmó que el potencial de la Unión Europea es de 41 bcm de biometano para 2030. La industria también está preparada para cumplir este objetivo, mostrando ya grandes inversiones destinadas al desarrollo de biometano sostenible.

¿Qué debe hacer la industria para alcanzar e incluso superar ese objetivo?

El objetivo podría aumentarse para que se correspondiera mejor con la disponibilidad de materias primas sostenibles. Es esencial contar con un marco político sólido e inversiones de capital para nuevas capacidades de producción. La industria colabora en el marco de la Asociación Industrial del Biometano (BIP) para ayudar a la Comisión Europea y a los Estados miembros a comprender los obstáculos a la expansión del mercado y las soluciones normativas. Los pasos políticos necesarios a emprender para garantizar la consecución del objetivo y la expansión sostenible de la industria son: planificación (asegurarse de que existen trayectorias sólidas), mercado (garantizar un acceso fácil al mercado para eliminar las barreras al comercio transfronterizo), financiación (instrumentos financieros para mitigar los riesgos) y materias primas sostenibles (aprovechar los recursos disponibles).

El año pasado la producción de biometano en Europa fue de más de 3,5 bcm, un 20% más que en 2021. ¿Cuál es la previsión para este año y para el horizonte 2030?

Se espera y se prevé un crecimiento constante de la producción tanto para este año como para los próximos. Nuestro Mapa del Biometano actualizado a 2022 confirma la tendencia al alza de las nuevas capacidades: las 299 nuevas plantas representan un 30% más que las comunicadas 18 meses antes. Los próximos pasos, previsiones y datos relativos a la producción de biometano en los próximos años se detallarán en el Informe Estadístico 2023 que publicará la EBA en diciembre de 2023.

¿Cuál es el objetivo de penetración del biometano de la EBA? ¿Podría sustituir completamente al gas natural?

La EBA aboga por aprovechar al máximo el potencial del biometano sostenible. En función de la reducción del consumo de gas natural, el biometano podría sustituir al 15% del gas natural en 2030, lo que correspondería a 35 bcm de biometano. En 2050, el biometano podría representar 2/3 del consumo de gas de Europa, lo que correspondería a más de 150 bcm de biometano.

Existen grandes diferencias de producción entre los países de la UE. ¿A qué cree que se deben?

Los incentivos a la inversión y las diferentes estrategias políticas que definen el mix energético de cada pais están en la base de las grandes diferencias. La falta de apoyo político o la persistencia de barreras técnicas pueden frenar la inversión. Las señales positivas para los consumidores (como la reducción de impuestos en comparación con el gas natural) y las normativas que permiten una rápida conexión a la red pueden conducir a un aumento de la producción del país. La infraestructura no es necesariamente un obstáculo para la producción, ya que la producción de bioGNL puede superar la falta de redes de gas.

¿Cuál es actualmente el principal uso del biometano producido en Europa? ¿Están los distintos sectores consumidores de gas preparados para el gas renovable: industria, hogares, generación de electricidad?

Entre los usos finales del biometano, en Europa los sectores con mayor cuota de biometano son los siguientes: calefacción de edificios, transporte e industria. La energía representa la cuota más baja de usos finales del biometano. Los usos finales del biometano varían según el país en función de los marcos regulatorios, la demanda del mercado y la extensión de la infraestructura de la red de gas.

En Europa vemos varios modelos de producción: pocas plantas con una gran producción y muchas plantas pequeñas distribuidas por todo el país. ¿Cuál es el modelo más eficiente?

Los distintos países han adoptado diferentes modelos de producción que se adaptan mejor a sus entornos y materias primas. La producción media anual de biometano por planta en Europa se ha mantenido estable en torno a los 35-36 GWh. En los últimos años, Europa ha sido testigo de un aumento del porcentaje de plantas de biometano más pequeñas, lo que pone de manifiesto la creciente viabilidad de las plantas de producción de biometano en todos los rangos de tamaño. Sin embargo, rara vez se construyen plantas con un tamaño inferior a 50 m3/h. Las plantas más grandes conllevan un mejor retorno de la inversión y economías de escala, y su desarrollo será fundamental para garantizar la escalabilidad del sector.

¿Está Europa preparada para un mercado común del biometano y de los gases renovables en general?

El mercado del biometano en Europa sigue estando fragmentado. Algunos Estados miembros llevan retraso en la aplicación de su rregistro de garantías de origen (GdO) de los diferentes gases. de los gases. El comercio transfronterizo de GdO de biometano también está muy limitado por la falta de un sistema único de transferencia de las garantías.

¿Qué inversiones en infraestructuras son necesarias y hasta qué punto es posible utilizar las existentes?

Europa ya dispone de amplias redes de gas con más de 2 millones de kilómetros de gasoductos. La inyección de biometano en las redes de gas requerirá refuerzos específicos de la red para acomodar el aumento de la producción cuando la capacidad de la red de distribución sea probablemente limitada.

A menudo se dice que el biometano es una realidad, mientras que al hidrógeno verde aún le queda mucho camino por recorrer. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

El biometano es, de hecho, el gas renovable más competitivo en costes, disponible, escalable y asequible en la actualidad. Mientras que el hidrógeno verde sólo se produce en proyectos piloto, en la actualidad se producen unos 40 TWh de biometano. El mercado del biometano se beneficia de las redes de gas existentes, donde se inyecta la mayor parte del biometano, lo que permite una fácil integración en los mercados de gas de la UE. Con todo, los dos gases renovables se complementarán para alcanzar una economía completamente descarbonizada en la UE.

¿Cuál diría que es la principal aportación del biometano al sistema energético?

Si consideramos el biometano únicamente desde la perspectiva del sistema energético, destacan dos beneficios principales. En primer lugar, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con la posibilidad de alcanzar incluso emisiones negativas, lo que significa que se evitan más GEI de los que se emiten a lo largo del proceso de producción. Si la UE alcanza su plena ambición de biometano en 2030, ahorraría el equivalente de las emisiones de GEI producidas por un Estado como Rumanía. Por tanto, el biometano puede contribuir significativamente al objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050. En segundo lugar, su contribución a un sistema energético resiliente: es una energía renovable, producida localmente con tecnología europea y que, por tanto, depende de una cadena de valor basada en la UE. Puede reducir significativamente la dependencia europea del gas natural importado.

¿En qué áreas de actuación se centrará la actividad de la EBA en los próximos años?

La EBA trabajará para influir en la elaboración de las políticas de la UE para el próximo mandato de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo. Nuestro objetivo es aportar coherencia entre la nueva ambición europea para el biometano y el marco regulador sobre la producción y el consumo de biometano. Las estrategias a corto plazo (2022-2023), medio plazo (2024- 2026) y largo plazo (2027-2030) para acelerar el despliegue del biometano en Europa abarcarán los siguientes pilares: capacidad de producción, acceso al mercado, financiación y materia prima. Las estrategias a corto plazo se centran en los procedimientos de autorización, los objetivos nacionales, el régimen de ayudas, la movilización de capital de inversión y la movilización de materias primas sostenibles. Las estrategias a medio plazo se centran en el comercio transfronterizo de biometano, el reconocimiento de la sostenibilidad y la promoción del mercado de digestato en toda la UE. Las estrategias a largo plazo pretenden mejorar la imagen de la digestión anaerobia, implantar un uso preferente del CO2 biogénico, aumentar la investigación y la financiación de nuevas tecnologías e incrementar el potencial de biometano de la UE.

¿Qué beneficios tiene el uso del digestato obtenido con el biogás?

El digestato es un coproducto de la producción de biogás, se utiliza como fertilizante orgánico y ofrece una alternativa a los fertilizantes químicos, teniendo el potencial de transformar el sector agrícola en Europa. Teniendo en cuenta su importancia y relevancia, algunos países incluyeron el digestato en sus permisos medioambientales. Entre los beneficios del digestato, se demostró que tiene el potencial de contribuir a la captura de carbono en la agricultura.

Por último, ¿podría compartir algunos ejemplos de proyectos o iniciativas de biogás o biometano que hayan tenido un impacto significativo en la sostenibilidad en Europa?

La planta de biogás de Korskro, en Dinamarca, representa una tendencia emergente de plantas que utilizan no sólo el digestato, sino también el CO2 biogénico: una vez capturado, el bioCO2 se purifica hasta alcanzar calidad alimentaria y se vende a la industria alimentaria. Otro proyecto notable es el de la Cooperativa Agrícola Speranza, con sede en Italia, donde los digestores se alimentan de subproductos agrícolas y residuos animales (estiércol y purines). Estas mismas materias primas se utilizan para producir electricidad renovable (vendida a la red), calor (vendido a un hospital), biometano licuado (bio-LNG), CO2 biogénico, así como digestato (utilizado por las granjas).