Los gases renovables y los ciclos combinados para una revisión ambiciosa del PNIEC | Joan Batalla, presidente de Sedigas



Apenas unas horas después de la celebración de nuestra 49 Reunión Anual, el pasado 27 de junio, conocimos el borrador de la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030 que ha sido enviado a Bruselas tras su aprobación en Consejo de Ministros. Desde Sedigas esperábamos esta noticia con expectación, puesto que veníamos solicitando al Gobierno una revisión ambiciosa del plan en cuanto a los objetivos de biometano, hidrógeno renovable y el reconocimiento del papel de los ciclos combinados.

Un borrador que, si bien recoge la mayoría de las inquietudes y propuestas clave que abordamos en la Reunión Anual, solo lo hace parcialmente. Esta revisión del PNIEC debía trasponer al contexto español los objetivos propuestos por Europa para los gases renovables, especialmente en el caso del biometano que, al ser una molécula similar al gas natural pero de origen renovable, puede aprovechar la infraestructura existente del sistema gasista español, sin necesidad de grandes inversiones adicionales para su total adecuación al potencial de producción existente ayudando así a la descarbonización de nuestra economía.

Conviene recordar que REPowerEU fijaba en mayo del pasado año un objetivo para toda la UE de 35.000 millones de metros cúbicos de gas (~ 8,5%-10% de la demanda de gas natural europea). Hace apenas unas semanas, la propia Comisión Europea señalaba en un informe de análisis económico que España tiene el potencial para explorar otros sectores capaces de contribuir al despliegue de energía renovable y contribuir al proceso de descarbonización.

Esta recomendación indicaba en particular la alta capacidad de producción de biometano, cifrándola en aproximadamente 4.100 millones de metros cúbicos al año en 2030, lo que permitiría sustituir hasta el 13% de nuestro consumo actual de gas natural (47,7 TWh). Además, el sector gasista ha estimado un potencial técnico de producción de hasta 163 TWh, volumen suficiente para descarbonizar el 45% de la demanda nacional de gas natural.

Es por este motivo por el que, con su meta de 20 TWh anuales de biogás -representativo en términos de biometano de menos de un 2% de la demanda de gas natural actual-, consideramos que el borrador del PNIEC establece unos objetivos limitados, que no están en línea ni con la apuesta de la Unión Europea recogida en su Comunicación, ni contempla todo el potencial de biometano que atesora España.

Por este motivo, resultan tan relevantes ahora las recientes palabras de la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, que reconocía que Europa ganará el desafío de REPowerEU liderando la transición hacia los gases renovables. En particular, señalaba el biometano como una solución que está disponible, ahora mismo, para comenzar de inmediato a reemplazar el gas natural y gran parte del gas natural importado. Un aumento en la producción de biometano en Europa es importante para nuestra seguridad energética, nuestra sostenibilidad y nuestra competitividad. **

Y todo ello a través de una producción nacional, con empleos, beneficios económicos y sociales para las comunidades locales en Europa. El trabajo realizado en el último año a través de la Biomethane Industrial Partnership (BIP) para el mapeo del potencial de biometano en Europa será utilizado por la Comisión Europea para alentar a los Estados miembro a incluirlos en sus respectivos planes de energía y clima.

Más allá de este vector en concreto, ¿recoge el documento las inquietudes y propuestas clave del sector que abordamos en la Reunión Anual? Parcialmente. Al mismo tiempo que consideramos que carece de la ambición necesaria para aprovechar todo el potencial real de biometano de España, valoramos de forma positiva el establecimiento de unos objetivos que permitirán el despliegue del hidrógeno renovable y el reconocimiento del H2Med. En el caso concreto del hidrógeno renovable, la nueva meta se caracteriza por su ambición: el Gobierno ha establecido un objetivo de alcanzar una capacidad instalada de 11 GW de electrolizadores (desde los 4 GW actuales) para 2030.

Sobre ciclos combinados -tecnología clave para asegurar el suministro eléctrico en nuestro país, gracias a su flexibilidad y eficiencia operativa, como se puso de manifiesto el pasado año y en estos meses de verano-, destacamos el mantenimiento de la misma potencia instalada (26,6 GW) respecto de la versión anterior, pero seguimos echando en falta la definición de unos mercados de capacidad que reconozcan sus costes operativos y garanticen su viabilidad económica.

Tenemos por delante un verano apasionante de mucho trabajo, con una fecha en el horizonte, el 4 de septiembre, que delimita el proceso de consulta pública. Casi dos meses, por tanto, para reiterar la importancia de establecer entre otros un objetivo más ambicioso para el biometano en la propuesta definitiva del PNIEC. Sedigas realizará las alegaciones oportunas en este plazo y seguirá trabajando con el Gobierno de España, los gobiernos autonómicos y locales, así como con los agentes políticos, económicos y sociales, y otros grupos de interés, de este país y Europa, para impulsar una mayor ambición en el despliegue del biometano como vector para la descarbonización y en el refuerzo de nuestros ciclos combinados, mediante los incentivos necesarios, para que puedan desempeñar el papel estratégico que tienen como garantes de nuestra autonomía energética.

Y es que, como ya advertimos en el marco de nuestra cuadragésimo novena Reunión Anual, estamos viviendo un momento de profunda y trascendente transformación en materia energética. Una jornada en la que pudimos abordar estos y otros temas relacionados con la competitividad, la descarbonización y el futuro del sector gasista, tanto desde la óptica doméstica como internacional. También pusimos de relieve la robustez de nuestro sector durante el pasado ejercicio, en el que operó con total normalidad a pesar de la complicada e incierta coyuntura política y económica mundial, asegurando el suministro energético todos los días del año; y, como no, el compromiso con la búsqueda de soluciones para avanzar hacia un futuro energético más limpio, sostenible y eficiente.

Todos los factores mencionados no hacen más que poner de relieve el valor estratégico de nuestro sector y la importancia de seguir trabajando desde la unidad y el diálogo en torno al gas y el despliegue de los gases renovables en nuestro país. Una filosofía que nos ha acompañado en estas últimas ediciones y que seguirá muy presente el año próximo en la tan especial y esperada número 50 Reunión Anual de Sedigas.