La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publlica el informe Renewables 2024 en el que señala como las energías renovables lograrán atender el 50% de la demanda eléctrica del planeta a finales de esta década.
El crecimiento a nivel global de las energías renovables hasta 2030 alcanzará un nivel de capacidad total de energía similar al de las principales potencias económicas (China, Unión Europea, India y los Estados Unidos)
En particular, el informe destaca la creciente contribución de los gases renovables, como el biogás, el biometano, el hidrógeno renovable y los e-fuels, como piezas fundamentales para la transición energética global y la descarbonización de sectores difíciles de electrificar. Estos gases juegan un papel crucial en la industria, el transporte y la calefacción, complementando las fuentes de energía renovable eléctrica.
El biogás y el biometano, producidos a partir de residuos orgánicos, son alternativas eficientes y sostenibles que permiten reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en el transporte y la calefacción de edificios. En particular, el uso de biometano en el sector del transporte es impulsado por políticas que premian la reducción de la intensidad de carbono y el uso de materias primas de desechos, lo que favorece su expansión.
El hidrógeno renovable y los e-fuels también son clave en sectores donde la electrificación no es viable, como la aviación y el transporte marítimo. Aunque el hidrógeno renovable aún representa una pequeña parte de la capacidad total de energías renovables, se espera que su producción aumente significativamente para 2030, impulsada por políticas en Europa, Estados Unidos y China.
Para que los gases renovables logren su máximo potencial en la transición energética, se necesitan esfuerzos adicionales en políticas que cierren la brecha de costos con los combustibles fósiles, fomenten la innovación y refuercen las cadenas de suministro sostenibles.
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