La Comisión Europea ha presentado hoy su propuesta de Ley de Materias Primas Críticas (Critical Raw Materials) una regulación que ayude a diversificar las importaciones de materiales como el litio, el cobalto o el magnesio y que garantice el acceso de la Unión Europea a un suministro seguro, diversificado, asequible y sostenible de materias primas críticas.Estas son indispensables para un conjunto de sectores estratégicos esenciales para la transición digital y energética de la UE.
La iniciativa se articula sobre tres pilares fundamentales:
El Reglamento y la Comunicación presentados aprovechan los puntos fuertes y las oportunidades del mercado único y las asociaciones exteriores de la UE para diversificar y aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro de materias primas críticas. La legislación sobre materias primas críticas también mejora la capacidad de la UE para supervisar y mitigar los riesgos de perturbaciones y potencia la circularidad y la sostenibilidad.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado que "esta Ley nos acercará a nuestras ambiciones climáticas. Mejorará significativamente el refinado, la transformación y el reciclado de materias primas fundamentales aquí en Europa. Las materias primas son vitales para fabricar tecnologías clave para nuestra doble transición, como la generación de energía eólica, el almacenamiento de hidrógeno o las baterías. Y estamos reforzando nuestra cooperación con socios comerciales fiables a escala mundial para reducir la actual dependencia de la UE de uno o unos pocos países. Redunda en nuestro interés mutuo aumentar la producción de manera sostenible y, al mismo tiempo, garantizar el máximo nivel de diversificación de las cadenas de suministro para nuestras empresas europeas".
Junto con la reforma del diseño del mercado de la electricidad y la Ley de Industria Net-Zero, las nuevas medidas sobre materias primas críticas pretenden crear un entorno normativo propicio para la industria cero emisiones y la competitividad europea, tal como se anunció en el Green Deal.
El Reglamento propuesto será debatido y acordado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea antes de su adopción y entrada en vigor.