La producción de la cogeneración cayó un 20,4% en abril, frente al mismo mes del 2021, un alarmante descenso que se produce tras la publicación del RDL 6/2022 de medidas de urgencia de 30 de marzo. Durante meses, los cogeneradores vienen denunciando los retrasos en la publicación de sus retribuciones —sin actualizar desde hace dos años—, lo que unido a la subida de los combustibles está asfixiando financieramente al sector.
La publicación del RDL 6/2022 supone dos negativas y graves consecuencias para el sector:
- La primera, la retroactividad de los ajustes desde el 1 de enero, una mala praxis jurídica de tiempos pasados que ya desencadenó grandes males para el sector y que deja en papel mojado la confianza legítima con la que la cogeneración viene operando este primer trimestre.
- La segunda, relacionada con la anterior, es el plazo de dos meses (antes del 31 de mayo) para establecer las retribuciones de 2022, que supone que las plantas han operado tres meses en un marco anterior que se elimina retroactivamente y desconociendo —hasta finales de mayo— sus condiciones reales.
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