En este ámbito, la actividad en Europa en 2012 ha sido muy dinámica. Vemos también algunos ejemplos.

La traída de gas desde el Cáucaso a Europa ha continuado estando encima de la mesa todo el año, pero las alternativas varias que se han planteado no han fructificado en una decisión firme de inversión, en el momento de escribir estas líneas.

El Corredor del Sur, que comprende opciones posibles como el Trans Adriatic Pipeline (TAP), el interconector Turquía-Grecia-Italia (ITGI) y el Nabucco, se ha abierto a una cuarta posibilidad, el South East Europe Pipeline (SEEP), que traería 10 bcm/año de gas natural desde la frontera turca hasta Austria.

A finales de junio Turquía y Azerbaiyán firmaron un Acuerdo Intergubernamental, que da marco legal para construir el Trans-Anatolia Gas Pipeline (TANAP). Este gasoducto, daría capacidad de paso, a través del territorio turco, del gas de la zona del Mar Caspio y de Oriente Medio hacia el corazón de Europa. Se trata de una acción clave para el éxito del Corredor del Sur.

El pasado mes de septiembre, se firmó un acuerdo para la la construcción del gasoducto Trans-Adriatic Pipeline Project (TAP). Esta infraestructura empezaría en Komotini (Grecia) para llegar a Italia vía Albania. A principios de 2012 TAP fue seleccionado por el consorcio Shah Deniz, en Azerbayán, como vía preferente para el transporte del gas en la Ruta del Sur.

El segundo conducto del gasoducto North Stream entró en pleno operación a principios de octubre de 2012. A través de 1.225 Km de recorrido tiene ya capacidad para transportar 55 bcm por año. En la inauguración se anunció el inicio del estudio de viabilidad de la construcción de otros dos tubos conductores adicionales. En este sentido, Rusia mantiene de forma regular conversaciones con potenciales compradores europeos para esa opción de ampliación.

Por otro lado, las autoridades rusas anunciaron que en diciembre de 2012 se iniciaría la construcción del gasoducto South Stream, un rival potencial de las conexiones que pondría en marcha el South Corredor, auspiciado por la CE, entre otras entidades.

La construcción de gasoductos transfronterizos está siendo un objetivo perseguido con fuerza en la actualidad. Fortalecer la capacidad de respuesta en caso de crisis de abastecimiento, diversificar riesgos y potenciar planes de ayuda mutua son algunas de las ventajas potenciales. Mostramos algunos ejemplos.

Empresas de Bulgaria y Rumanía iniciaron en primavera la construcción de un gasoducto que unirá los dos sistemas gasistas.

Mediante un gasoducto de 180 km, Bulgaria y Grecia enlazarán sus redes en una actuación que se completará en 2015. Irá desde Komotini (Grecia) hasta Stara Zagora. Bulgaria espera así diversificar sus suministros y aumentar la seguridad de abastecimiento, ahora en un 100% dependiente de Rusia.
El 14 de diciembre los Primeros Ministros de Bulgaria y Serbia firmaron un acuerdo para construir un gasoducto de transporte, que será el primero que una ambos países.

En Polonia y Eslovaquia se está siguiendo un camino similar. Se ha firmado un contrato entre compañías implicadas para realizar un estudio de factibilidad para construir un Interconector entre los dos países. Similar modelo puede ser seguido entre Polonia y Lituania, que proyectan unir sus redes gasitas en 2018.
Compañías de Hungría y de Eslovaquia han firmado un acuerdo para construir un ramal de 115 Km que enlazará los dos países en 2015.

En Francia se lanzó una Open Season para construir 100 Km de tubería que conectaría la terminal de Dunquerque a la red belga. Entraría en funcionamiento en 2015.

Rusia es el mayor suministrador a Europa. Por gasoductos, abastece a un total de 22 países del centro y este de Europa. Entre los países europeos que importan gas ruso por gasoducto, solo Italia y Turquía se abastecen de gas por gasoducto de otros países distintos de Rusia y de la propia Europa.

Alemania es el principal destino del gas procedente de Rusia, con alrededor del 27% de su oferta, cuota que probablemente crezca al estar ya en operación los dos gasoductos que comprenden North Stream.

RED EUROPEA DE GASODUCTOS



España dispone de conexiones por gasoductos con tres países y recibe GNL de 9-10 países ajenos a la UE. Posiblemente sólo el Reino Unido, Bélgica y Francia (también ya los Países Bajos, con la nueva terminal de Rotterdam y su nivel de producción) tengan un nivel de diversificación tan amplio en Europa.

En este sentido, España puede y debe jugar un papel destacado en el flujo del gas africano hacia Europa, asegurando la garantía de suministro del continente.

Proyectos GNL

Los planes o proyectos en marcha en Europa de terminales de regasificación son numerosos. Citamos algunos ejemplos:

• En Croacia se realizan estudios de factibilidad de una terminal con una capacidad de 4-6 bcm/año. Estaría operativa en 2016.

• El gobierno de Malta tiene en proyecto construir una terminal que completaría el gasoducto que uniría Sicilia con Malta.

• La terminal de Dunquerque en Francia entrará en operación en 2015, con una capacidad de regasificación de entre 10 y 13 bcm/año.

• Polonia mantiene en cartera la construcción de una terminal, si bien todavía no se ha concretado un calendario concreto por dificultades de gestión de la iniciativa.

• En Italia existen varios proyectos en marcha desde hace años, si bien las restricciones de las autoridades locales han ralentizado la mayoría de los mismos.

• En Suecia se abrió la primera terminal de GNL en marzo de 2011, en Nynashamn, en la costa este. Se está construyendo una segunda en Lysekil, en la costa oeste. Podría estar operativa en 2013.

• La construcción de una terminal en Lituania sigue su curso. Está previsto que a finales de 2014 se inicien las operaciones. La capacidad será de 170.000 m3 de GNL.

• En Inkoo, al oeste de Helsinki, o bien en Tolkkinen, al este de la capital, son dos localizaciones que se han barajado para construir la primera terminal de descarga de GNL en Finlandia. Abastecería la mitad del consumo finlandés, evitando así la dependencia actual absoluta del gas procedente de Rusia por gasoducto.