El gas en Europa > 2. Consumo y producción > 2.2 Producción

2.2 Producción

Noruega continúa siendo el primer productor europeo de gas con una cuota actual de alrededor del 42%.

Sedigas

La producción actual de gas en Europa (EU 28 más Noruega) es de unos 280 bcm, alrededor del 8% de la producción mundial. En 2013 se ha mantenido relativamente estable (-1,9 hasta noviembre), gracias al repunte destacado de la producción de los Países Bajos (+8,7% en los 11 primeros meses), según datos de la AIE.

Detrás de Noruega aparecen en el ranking los Países Bajos, con cerca de 80 bcm en los últimos años. El tercer productor es el Reino Unido con menos de 35 bcm. Este país alcanzó su cenit en 2005, con 108 bcm de producción. La misma ha estado descendiendo desde entonces, por agotamiento paulatino de sus reservas del Mar del Norte. En la actualidad su producción no llega al 13% del conjunto de Europa, ocupando la tercera posición.

La mirada hacia el potencial del gas no convencional ha sido otra de las constantes en el marco gasista europeo en 2013. En países con recursos gasistas en declive (el Reino Unido, por ejemplo) se trabaja decididamente para evaluar e iniciar la explotación de su potencial.
Algunos estudios señalan que en 2030 el Reino Unido podría satisfacer un 30% de su demanda mediante el shale gas. Algunas opiniones técnicas señalan que el precio de obtención del gas no convencional en el Reino Unido podría ser el doble que en EE.UU.

Polonia y Ucrania, con gran dependencia del gas ruso, también cuentan con un fuerte apoyo gubernamental en ese objetivo y son de los pocos países en los cuales se está iniciando ya la explotación mediante fractura hidráulica. Rumanía es otro país que pudiera tener recursos destacados y cuyo gobierno está favoreciendo su evaluación más concreta para posterior explotación.

En otros casos se está siguiendo un proceso estimativo que está siendo lento. En Rusia, la abundancia de gas convencional ha influido para que Gazprom señale que la producción de gas no convencional no sea un objetivo.

En el entorno de la Comisión Europea en 2013 no ha habido una corriente única sobre si regular o no este tema y, si fuera así, cómo hacerlo.