La Agencia Internacional de la Energía publica su informe anual sobre las energías renovables. En la edición 2023 dedica por primera vez una sección especial al biogás y biometano. Todo un reconocimiento al papel relevante que van a jugar en la configuración de los sistemas energéticos del futuro.

En el documento se destaca como la producción de biogás empezó a crecer en la década de 1990 y ha ido en aumento desde entonces, si bien el apoyo político se ha disparado en los dos últimos años debido a una combinación de factores.

El primero, la preocupación energética provocada por la invasión rusa de Ucrania y la subsiguiente crisis energética: el biogás/biometano se consideran ahora una fuente de energía doméstica que puede reducir la dependencia energética del exterior y contribuir a la seguridad de suministro de los países.

El segundo, ante la necesidad de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C, los países han empezado a considerar a estas energías como una tecnología lista para usar que puede ayudar a acelerar la descarbonización a corto plazo, y por ello están desarrollando políticas específicas que incluyen al binomio biogás/biometano como componentes clave de sus estrategias de transición energética.

Todo un reconocimiento global de que los gases renovables representan una oportunidad imprescindible para reducir la dependencia del exterior y descarbonizar los usos energéticos de los hogares, el transporte y la industria.

Más información aquí.