Lecciones aprendidas: aprender para mejorar



La seguridad es una de las grandes preocupaciones del sector gasista y, por tanto, de Sedigas. Por eso, son muchas las iniciativas que dentro del ámbito del sector se ponen en marcha y se suman a la exigente normativa legal que lo regula con el fin de incrementar aún más el nivel de seguridad y la prevención de accidentes de los trabajadores.

Por Pilar Ortega

Uno de los últimos proyectos que se han implantado en el Comité de Seguridad y Salud de Sedigas es el de las “lecciones aprendidas”. Se llama así porque están convencidos de que no es necesario tropezar en la misma piedra, sino que hay que entender que una equivocación o un error humano o técnico tienen que servir de lección para el resto de la comunidad.

¿En qué consiste el programa “lecciones aprendidas” de Sedigas? Se trata de una iniciativa a través de la cual se analizan diferentes accidentes de trabajo y, a partir de los resultados obtenidos, se sacan conclusiones, se establecen protocolos y se proporcionan consejos para evitar que percances similares vuelvan a producirse.

Un caso concreto

Los responsables del Comité de Seguridad y Salud de Sedigas nos proporcionan un ejemplo concreto de un accidente laboral que se ha analizado con todo detalle. En este caso, se trata de un incidente registrado por una subcontrata que realizaba un trabajo para una compañía ajena al sector del gas, pero que sirve también a Sedigas para tomar medidas, porque las circunstancias del suceso también pueden darse en los trabajos rutinarios del ámbito gasista.  

Bajo la premisa de que “de todos los accidentes se sacan conclusiones”, dentro de la Asociación Española del Gas las empresas comparten sus experiencias y su preocupación por la salud y la seguridad de sus trabajadores. A partir de estas experiencias, se van desarrollando documentos normativos que responden a inquietudes generales, se hacen actuaciones internas, se convocan congresos de seguridad y se realizan estadísticas que arrojan luz al sector. Por ejemplo, durante la pandemia, el Comité de Seguridad estuvo trabajando desde el principio con el conjunto del sector para definir protocolos comunes de seguridad para garantizar la protección tanto de los trabajadores como de los usuarios.

Aprender para no repetir

El accidente concreto que vamos a examinar tuvo lugar a raíz de una avería sufrida en un recinto ubicado bajo tierra. Y aunque el suceso ocurrió al realizar un trabajo de mantenimiento para una empresa no gasista, lo cierto es que las empresas del sector también cuentan con recintos subterráneos similares, por lo que resulta de un gran interés conocer las causas del accidente examinado.

Se sabe que el recinto soterrado donde tuvo lugar el percance era un prefabricado de hormigón de unas dimensiones similares a las que se utilizan en el sector del gas para alojar en su interior estaciones de regulación y medida (ERM) de distribución del gas.

Por causas que se desconocen, la tapa de acceso al recinto se desprendió y el operario recibió un fuerte golpe en la cabeza por la caída. Se dio la circunstancia de que no hubo testigos del accidente, pero sí se pudo, sin embargo, realizar la secuencia de operaciones más probable en base a la investigación y al visionado de la cámara de seguridad del recinto, que ofrecía imágenes limitadas del interior y nulas del exterior y del marco de la puerta.

Tras el análisis de este percance laboral, se examinaron todas las circunstancias y se estableció un protocolo con medidas preventivas para evitar que se repita un accidente similar.

Medidas preventivas y correctivas

“De cualquier incidente o anomalía, provoque o no daños personales, hay que aprender una lección. Desde que se creó, el Comité de Seguridad y Salud insiste en compartir las experiencias que tienen que ver con este ámbito. Y por eso hacemos cuatro reuniones al año con todas las empresas para resolver situaciones que nos preocupan a todos”, afirma Alberto Hernández, secretario del Comité.

Entre las medidas preventivas y correctivas que llevó a cabo la empresa en la que prestaba sus servicios el trabajador accidentado, figuran las siguientes: prestar atención en las instalaciones para detectar posibles defectos antes de comenzar la tarea, colocar las vallas laterales de la tapa que impiden la caída de personas al interior del recinto y que proporcionan estabilidad a la tapa en posición vertical y, por último, no posicionarse debajo de ningún elemento que, por algún fallo mecánico, pueda caer, sin asegurar la estabilidad del conjunto. En el caso concreto de la instalación donde se produjo el percance, se instaló un elemento adicional de sujeción para evitar la caída imprevista de la tapa antes de sustituir uno de los amortiguadores.

Otras medidas

¿Qué otras medidas se adoptaron tras el accidente? En primer lugar, se realizó una reunión con todo el personal que hace este tipo de trabajos para analizar el accidente y recordar las medidas preventivas que se deben adoptar; después se puso en marcha el programa “una experiencia… una lección” para difundir lo sucedido y repartir un díptico explicativo con las medidas preventivas y, por último, se analizó con el fabricante y el cliente el sistema de sujeción de estas tapas para añadir un segundo sistema de seguridad.

Por ejemplo del valor de este aprendizaje, alguna empresa se decidió explicar el accidente en todas las reuniones departamentales que se celebraron durante el año con personal de mantenimiento con el fin de incidir en las medidas preventivas.

Y es que todos los trabajadores propios y de contratas que operan en el sector del gas reciben la misma atención en cuanto a seguridad y salud, aunque cada tarea tiene, lógicamente, protocolos de actuación distintos. Lo que está claro es que todas las empresas del sector del gas apuestan por velar por la seguridad y por evitar accidentes con estas “lecciones aprendidas” que evitan tropezar en la misma piedra.