España cuenta ya con su Hoja de Ruta para el pleno desarrollo del biogás



El 22 de marzo de 2022, el Consejo de Ministros aprobó la denominada Hoja de Ruta del Biogás, un plan que identifica retos y oportunidades para el progresivo desarrollo de este combustible renovable en España. La iniciativa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico contempla 45 medidas agrupadas en cinco ejes de actuación, y establece un objetivo anual de 10,41 TWh de biogás/anuales para el año 2030, lo que supondría casi cuadruplicar la producción en apenas una década.

Juan Carlos Giménez

La Hoja de Ruta del Biogás pretende plasmar y hacer realidad lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Como está establecido, ha sido sometida a consultas y aportaciones por parte de diversos agentes económicos, de administraciones públicas y de la ciudadanía. Y entre sus objetivos se cuenta asimismo contribuir a la reactivación económica tras la crisis provocada por la pandemia, así como coadyuvar a la transición energética justa, al reto demográfico y a la economía circular.

La iniciativa del Gobierno se centra en el biogás producido mediante digestión anaerobia, es decir, producida por microorganismos que descomponen material biodegradable en ausencia de oxígeno. Y se centra por tanto al tratamiento y valorización de materia orgánica procedente de diferentes tipos de residuos: restos agropecuarios o procedentes de la industria agroalimentaria, fracción orgánica en vertederos municipales, o lodos de depuradoras de aguas residuales.

La Hoja de Ruta agrupa 45 medidas en cinco grandes áreas estratégicas: instrumentos regulatorios, sectoriales, económicos, transversales y medidas de impulso a la I+D+i. En el primer capítulo, la medida más relevante es la creación de un sistema de garantías de origen similar al de la electricidad renovable, de manera que se distinga el biogás del gas fósil convencional. También se contempla la agilización y homogeneización de los procedimientos administrativos y la mejora de la normativa sobre residuos.

En cuanto a instrumentos sectoriales, se apunta hacia el establecimiento de objetivos anuales de penetración del biogás, con cuotas de venta y de consumo que pueden llegar a ser de obligado cumplimiento. Se propone también fomentar la producción en lugares con abundante materia prima (explotaciones ganaderas, industria agroalimentaria, plantas de tratamiento de residuos…), así como la promoción del consumo local (en flotas de vehículos, usos térmicos, producción de hidrógeno, y en general la sustitución del gas de origen fósil cuando sea viable).

Financiación y acceso a fondos europeos

La tercera área estratégica de la Hoja de Ruta es la económica, y en ella se contemplan líneas de ayuda para financiar la innovación y el desarrollo tecnológico en torno al biogás. Se trata también de aprovechar el impulso del Plan Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que concreta la estrategia española para canalizar los fondos europeos destinados a reparar los daños provocados por la pandemia y construir un futuro más sostenible.

En lo que se refiere instrumentos transversales, el planeamiento del Gobierno persigue priorizar proyectos de biogás en zonas de transición justa, introducirlo en pliegos de contratos públicos, divulgar sus ventajas, además de crear comunidades energéticas y grupos de trabajo que faciliten su implantación.

Finalmente, el apartado dedicado al impulso de la I+D+i se fija sobre todo en el fomento de la investigación para reducir emisiones de gases contaminantes, en impulsar proyectos de demostración sobre utilización de biogás en la industria, así como en la promoción de la innovación en tecnologías menos maduras.

A la hora de cuantificar los objetivos, la meta de producción de biogás establecida se sitúa en un mínimo de 10,41 TWh en el año 2030, lo que supone multiplicar por 3,8 la cifra registrada en 2020. Concretamente en el sector del transporte, el biogás y el biometano contribuirán a que España alcance los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima: abastecerse en un 28% con energías renovables. La consecución de los objetivos marcados en 2030 tiene también un impacto medioambiental altamente positivo, ya que permitirá reducir las emisiones a la atmósfera en 2,1 millones de toneladas equivalentes de CO2 por año.

Está previsto que la Hoja de Ruta se actualice cada tres años, a partir de una evaluación de los progresos alcanzados en el camino hacia la consecución de los objetivos en el horizonte de 2030. De este modo, analizando el grado de implantación de las medidas y la cuantificación de su impacto, será posible una adaptación permanente al desarrollo tecnológico y a la evolución del mercado.

Beneficios múltiples

En todo caso, la cadena de valor del biogás presenta un alto grado de madurez tecnológica, por lo que este mercado puede activarse de forma inmediata. El biometano producido podrá desplazar gradualmente al gas natural de origen fósil, dado que es plenamente intercambiable. Y esto tiene especial interés en aplicaciones de alto consumo de energía o difícilmente electrificables, como el transporte pesado o la industria con uso intensivo de energía térmica. Asimismo, la reducción de la importación de gas natural, combinada con el uso de otros gases renovables como el hidrógeno, permitirá reducir la dependencia energética de España, a la vez que mejora la seguridad de suministro.

Por otro lado, la producción de biogás a partir de residuos agropecuarios, agroalimentarios y municipales contribuye a la vertebración del territorio y al desarrollo económico de las zonas rurales. Esto representa un factor potencialmente muy positivo de cara al logro de los objetivos que plantea frente al reto demográfico, dado que puede contribuir a evitar el fenómeno de la “España vaciada” a través de la reactivación económica de zonas rurales.

Finalmente, otro de los beneficios de la puesta en marcha de esta Hoja de Ruta deriva de las medidas destinadas a la I+D+i. Su activación favorecerá previsiblemente el desarrollo de la tecnología energética y medioambiental española. Y en consecuencia debería propiciar el impulso de empresas e industrias del país en la cadena de valor del biogás, principalmente de los sectores agroindustrial, ganadero, agrícola y de gestión de residuos.

El despliegue del biogás supone también un impulso al desarrollo de la economía circular en España, y no solamente, en los ámbitos agropecuario y de residuos. Su aprovechamiento conlleva numerosos beneficios adicionales a la obtención de una energía de origen renovable, ya que permite la valorización energética de los residuos a partir de los que se obtiene, y al tiempo evita emisiones de metano y de dióxido de carbono a la atmósfera.

Por todo ello, para España se abre una gran oportunidad: aprovechar su enorme potencial para la producción de biogás, procedente tanto de los potentes sectores agropecuario y agroalimentario como de la gestión de residuos. Y favorecer al mismo tiempo una gestión más eficiente de los desechos que actualmente acaban en vertederos municipales.

 

10 beneficios del gas renovable

  1.     Contribuir a la eliminación de gases efecto invernadero y otras emisiones contaminantes.
  2.     Contribuir al consumo de energías renovables.
  3.     Disminuir la dependencia energética nacional y europea.
  4.     Potenciar el desarrollo de la economía circular.
  5.     Contribuir al desarrollo económico en regiones rurales.
  6.     Mejorar la gestión del suelo y de los residuos.
  7.     Favorecer el desarrollo de la I+D+i energética y medioambiental.
  8.     Producir fertilizante orgánico de origen renovable.
  9.     Sometido a upgrade puede inyectarse en la red de gas y es totalmente intercambiable con el gas natural.
  10. Generar electricidad y calor en cualquier lugar, incluso en las zonas rurales más remotas.

 

Sedigas aplaude la iniciativa, pero considera que se queda corta en cuanto a objetivos

La aprobación de la Hoja de Ruta del Biogás ha sido valorada muy positivamente por Sedigas, especialmente por “el reconocimiento que otorga a los gases renovables como pieza esencial para alcanzar los objetivos de país en materia energética y de neutralidad climática en 2030 y 2050”. Pero, al tiempo que se felicita por la aprobación del plan, la asociación sectorial considera que los objetivos marcados en cuanto a capacidad de producción “no reflejan plenamente el potencial que tiene el país”.

Para Sedigas, la Hoja de Ruta representa “un primer paso en la dirección correcta hacia el aprovechamiento del gran potencial que tiene España como productor de biogás y biometano procedente de nuestras relevantes industrias agropecuaria y agroalimentaria y de gestión de residuos”.

Sin embargo, la Asociación recuerda que, según datos de la Comisión Europea, España dispone de potencial técnico para producir hasta 137 TWh. A la vista de esta cifra, el objetivo señalado en la Hoja de Ruta del Biogás (10,41 TWh en 2030) representa apenas un 1,5% de la demanda gasista, y es muy poco ambicioso. Sedigas considera que es posible superarlo con creces y alcanzar un porcentaje próximo al 10%, tal y como se han propuesto otros países de nuestro entorno, y en línea con el objetivo europeo de diversificar el aprovisionamiento de energía y reducir así la dependencia exterior.

“Si la estrategia de diversificación y resiliencia energética de la UE pasa por cubrir alrededor del 8,5% de su demanda con biometano, nuestro país no puede desaprovechar el enorme potencial de este vector para la descarbonización”, señala expresamente el comunicado difundido por Sedigas. Y recuerda que el sistema gasista español es fundamental para la seguridad del suministro europeo a medio y largo plazo, gracias a su elevada capacidad de almacenamiento y regasificación y su sólida infraestructura de distribución.

En este mismo sentido, Sedigas ha hecho un llamamiento a “seguir trabajando para desplegar todo el potencial de España y no desaprovechar la oportunidad que representa el elevado grado de madurez tecnológica alcanzado en toda la cadena de valor del biogás y los recursos y capacidades con los que cuenta nuestro país”.

La asociación que agrupa a las empresas del sector gasista español recuerda también “la relevancia de profundizar en el desarrollo de mecanismos de apoyo adecuados al desarrollo del gas renovable, tanto desde el punto de vista del respaldo a la producción, como a la inyección en red de biometano y su consumo”. Y considera positivo que se haya reconocido explícitamente la puesta en valor del origen renovable del biogás mediante la creación de un sistema de garantías de origen.

En conclusión, para Sedigas la aprobación de la Hoja de Ruta “es una condición necesaria pero no suficiente para desplegar todo el potencial de gases renovables que atesora nuestro país”. Y a este respecto ha manifestado su disposición para seguir “colaborando con las distintas Administraciones para favorecer un marco normativo adecuado y estable para atraer la inversión que facilite la producción de biogás y biometano”.