COP26: Una cita en Glasgow a favor del planeta



La urgencia climática reunió a más de 120 jefes de Estado y de gobierno en un encuentro que perseguía conseguir el límite de 1,5 grados centígrados del calentamiento global.

Por Pilar Ortega

La COP26, la cumbre de la emergencia climática, ha llegado a su fin con la firma del Pacto de Glasgow, un acuerdo que ha satisfecho a unos y defraudado a otros después de casi dos semanas de debates, discusiones y grandilocuentes discursos. La última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, que ha reunido a más de 120 jefes de Estado y de Gobierno, ha servido para sellar un compromiso que ha sido considerado por los 196 países participantes tanto un avance como una oportunidad no aprovechada del todo. “Es un paso importante, pero no suficiente; se trata de salvar a la humanidad en un momento en el que está cavando su tumba”, resumía el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, mientras que el presidente de la Conferencia, Alok Sharma, calificaba el acuerdo como “una victoria frágil”.

Se mantiene el gran objetivo del Acuerdo de París de luchar contra el calentamiento global y limitar a 1,5 grados centígrados el aumento de temperatura a final de siglo respecto a los valores preindustriales. En este sentido, los países estuvieron de acuerdo mayoritariamente en que es urgente reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en un 45% para 2030 en relación con el nivel de 2010, hasta llegar a cero emisiones en términos netos a mediados de siglo.

Reducir las emisiones de metano

Limitar las emisiones de metano un 30% para 2030 es otra de las medidas todas por la UE, Estados Unidos y otros países, entre los que no figuran China, India y Rusia. Según Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ésta es una de las medidas más eficaces para reducir el calentamiento global a corto plazo y es la cuestión más fácil de conseguir”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló que lo que hagamos hasta 2030 “va a tener un impacto muy importante en el cumplimiento de nuestro compromiso a largo plazo. Por eso, hay que reducir nuestras emisiones de metano lo más rápido posible”. Y si se cumple este objetivo, se limitará el aumento de las temperaturas en 0,2 grados centígrados a mitad de siglo, se evitarán 200.000 muertes prematuras y se ganarán 20 millones de toneladas de cosechas al año.

Al margen de la conferencia, los países participantes también estuvieron de acuerdo en la conveniencia de huir de la dependencia del carbón y eliminar su uso, porque enturbia el futuro del planeta, si bien el acuerdo adoptado en Glasgow no recoge el fin del carbón, sino sólo su reducción progresiva. Más de 40 países, entre ellos los principales consumidores como Polonia, Vietnam y Chile, se comprometieron reducir el uso de carbón, si bien algunos países sí que firmaron un acuerdo de eliminación total. También se hizo un llamamiento para reducir gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes.

Consenso en la deforestación cero

Los líderes mundiales tardaron apenas unas horas en llegar al primer gran acuerdo. Todos ellos se han comprometido a revertir la deforestación para el año 2030 y, con este objetivo, se invertirán aproximadamente 10.300 millones de euros públicos a los que se sumarán otros 6.200 millones procedentes de entidades privadas. Brenda Brito, investigadora del Instituto Amazónico del Medio Ambiente y la Humanidad (Imazon), afirmó que “hasta que no consigamos una disminución sustancial de los indicadores de deforestación no podremos asegurar que Brasil vaya en la dirección de tener una economía neutra en carbono o de reducir las emisiones en el futuro. Brasil sabe lo que hay que hacer para reducir la deforestación y lo ha hecho en el pasado”.

La falta de agua en algunas zonas puede afectar al mundo a escala global. Así lo puso de manifiesto Shadad Attili, ex ministro de Agua palestino: “El cambio climático está afectando a las lluvias y eso se refleja también en el agricultor que solía plantar los cultivos dependiendo de la lluvia. El agua es un derecho humano fundamental. Si las personas no tienen agua, se van a mudar a lugares donde haya agua y eso crea inestabilidad interna e inestabilidad regional. Así que es un asunto muy grave”. Por eso, propuso fomentar la reserva de agua y mejorar los sistemas de riego agrícola: “Tenemos que reformar el sector del agua para reducir las pérdidas y mantener todas y cada una de las gotas de agua en nuestra región”.

Impuestos a las emisiones de CO2

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, pidió a la comunidad internacional que se apliquen impuestos a las emisiones de dióxido de carbono tal y como ya se realiza en la UE. Desde 2005, Europa cuenta con un mercado de comercio de emisiones de CO2, el ETS, donde se gravan las emisiones de dióxido de carbono de 11.000 plantas de consumo intensivo de energía. Sin embargo, la Comisión Europea propone ampliar esa plataforma a otros sectores, como la climatización de los edificios y el transporte por carretera.

Por otro lado, el acuerdo para ayudar a los países emergentes con 100.000 millones de dólares anuales para hacer frente a las consecuencias del calentamiento climático no llegó a materializarse.

Críticas a China y Rusia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, criticó duramente a los presidentes de China, Rusia y Arabia Saudí por no tomar parte en la cumbre de líderes de la COP26 y llegó a calificar la ausencia del chino Xi Jinping de “un gran error”. En su opinión, el mundo va a mirar a China y va a pensar: ¿Qué valor añadido está aportando?”. Su respuesta, dijo, es la siguiente: “Ha perdido capacidad para influir en la gente de todo el mundo y en los que participan en la COP”.

Sin embargo, cuando nadie lo esperaba, los representantes de ambos países anunciaron en una declaración conjunta que iban a colaborar en la lucha contra el cambio climático durante este decenio, sobre todo en el campo de las energías renovables y la deforestación. Una declaración que viene a ser como una “entete cordiale” entre China y Estados Unidos, que almacenan multitud de enfrentamientos en su particular guerra climática.

También hubo un turno para las mujeres, que denunciaron, en el estrado de la COP26, que el calentamiento del planeta no es neutral en cuanto al género. Una marioneta de 3,5 metros de altura, que representaba a una joven refugiada siria, sorprendió a los asistentes mientras escuchaban que el 80% de los desplazados por desastres naturales relacionados con el clima son mujeres y que la emergencia climática amplifica las desigualdades de género ya existentes, especialmente en las comunidades más vulnerables.

 

Una ambulancia de hidrógeno en la COP26

En la cumbre de Glasgow también hubo sitio para hablar de gases renovables como el hidrógeno verde. Así, la COP26 fuel el escenario donde se enmarcó la presentación de la alianza LAC Green Hydrogen Action, una iniciativa que busca impulsar el desarrollo de este combustible alternativo en América Latina y el Caribe. 

El hidrógeno verde también destacó como solución de futuro para la reducción de emisiones del transporte marítimo. Un total de 200 empresas de toda la cadena de valor del transporte marítimo se comprometieron a ampliar y comercializar buques y combustibles de emisiones cero para 2030 y 19 países firmaron la Declaración de Clydebank para apoyar el establecimiento de rutas de navegación sin emisiones.  Los barcos que naveguen por estos corredores verdes lo harían utilizando combustibles derivados del hidrógeno verde, electricidad renovable y otras opciones sostenibles.

Que el uso de hidrogeno en el transporte es ya una realidad quedó patente con la presentación de la primera ambulancia propulsada por pilas de combustible de hidrógeno, perteneciente al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).

 

Breve historia de las COP

La primera COP (Conference Of the Parties) se celebró hace 26 años en Berlín bajo la presidencia de una joven política llamada Angela Merkel. Desde 1995, todos los años tienen una cita los 197 países firmantes de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático. Una historia lenta que ha cosechado, sin embargo, logros como el Protocolo de Kioto, en 1997, o el Acuerdo de París, en 2015.

Fue en 2007 cuando se admitió la evidencia del calentamiento global del planeta, en 2008 cuando se creó en México el Fondo Verde para el Clima para ayudar a los países con bajos ingresos a costear la lucha contra el cambio climático, y en 2015 cuando en París se decidió reducir las emisiones de efecto invernadero. En 2019, la COP25 se celebró en Madrid, con el apoyo de España, bajo la presidencia de Chile debido a su delicada situación política.

 

Las 10 claves de la Cumbre del Clima

 

  1. Se mantiene el objetivo de Acuerdo de París de limitar a 1,5 grados centígrados el calentamiento del planeta respecto a los valores preindustriales.
  2. Se pretende llegar a las cero emisiones de dióxido de carbono netas en todo el mundo en el año 2050.
  3. Otro propósito es reducir en un 30% las emisiones de metano para el año 2030.
  4. Eliminar el carbón fue la meta con mayor consenso entre los países participantes.
  5. Otro acuerdo sin fisuras: alcanzar la deforestación cero del planeta en 2030.
  6. El cambio climático afecta a las lluvias y esta situación exige una estrategia de gestión del agua.
  7. La UE pide extender el pago de impuestos por las emisiones de CO2.
  8. Se mantiene la necesidad de ayudar a los países pobres para que realicen la transición energética.
  9. Críticas a los presidentes de grandes países, como China y Rusia, por no hacer acto de presencia en la COP26.
  10. Las mujeres alzan su voz para denunciar que el cambio climático aumenta las desigualdades de género

 

Guía de buenas prácticas para las empresas españolas

Para acelerar la lucha contra el cambio climático, el Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV) ha elaborado una guía de buenas prácticas para que las empresas avancen hacia las cero emisiones netas. Bajo el epígrafe “Doce claves para empresas hacia la descarbonización”, este documento cuenta con el apoyo de 37 empresas asociadas al GECV, entre ellas grandes compañías, pymes innovadoras y entidades financieras.

El documento recomienda establecer objetivos de reducción de emisiones a corto, medio y largo plazo hacia la neutralidad de emisiones alineados con la meta de 1,5 grados del Acuerdo de París. Se trata de una guía práctica sintetizada en 12 recomendaciones, lo que facilita su aplicación en los planes de acción climática empresariales, tanto los que están en marcha y los que están por venir.

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