Por Juan Carlos Giménez
En enero concluyeron los trabajos de construcción de una instalación que cuenta con la última tecnología de análisis, medición y control de inyección de biometano a la red de distribución de gas natural. Posteriormente se testó el proceso de upgrading, un procedimiento de purificación o limpieza del biogás, a través del cual se obtiene el biometano que se inyectará.
La fuente primaria de la energía generada en Biolvegas son residuos agroganaderos y agroalimentarios que, tras una digestión anaerobia, generan biogás a través de un procedimiento 100% renovable. El resultado final es un combustible equivalente e intercambiable con el hidrocarburo fósil hasta el punto de poder compartir la red de gasoductos ya existente para su distribución al consumidor final. Se trata de una planta de producción de biogás para su conversión en biometano e inyección a la red gasista y en la que se autoconsume una pequeña cantidad de biogás para garantizar las condiciones de temperatura del proceso de digestión.
La iniciativa para la puesta en marcha de Biolvegas corresponde a un consorcio en el que figuran el Grupo Nortegas, a través de su filial Nortegas Green Energy Solutions; la ingeniería medioambiental Biovec; Bioenergética de Navarra (Biodena); y la también navarra Oleofat, especializada en la producción de biocombustibles. Por su parte, la distribuidora Redexis se ha responsabilizado de habilitar el punto de inyección a la red, a través del gasoducto de baja presión que enlaza Soria con Ólvega y Ágreda.
CONSORCIO PROMOTOR
Este consorcio promotor combina la experiencia de los socios fundadores en el diseño, la construcción y operación de plantas de biodigestión, aportando, las capacidades de Oleofat en la gestión y tratamiento de residuos oleicos y, en el caso de Nortegas, tanto su experiencia en la construcción y operación de infraestructuras gasistas, como su compromiso estratégico en el desarrollo del biometano en España.
Por su parte, Biovec se ha responsabilizado de las tareas de tramitaciones, diseño, ingeniería y el soporte técnico para todas las fases de las obras. Sumado el know-how técnico y la amplia trayectoria de todas las compañías participantes en el proyecto, el resultado final es una infraestructura que aporta simultáneamente soluciones a varios problemas energéticos y medioambientales a través de la integración local y la apuesta por proveedores del entorno.
La planta se ha diseñado con una capacidad de producción de 35 GWh anuales netos de inyección a red, lo que equivale al consumo anual de gas de 8.100 hogares, y supone la reducción en la emisión de más de 30.000 toneladas de CO2 anuales. Al mismo tiempo, la instalación ofrece una solución óptima a la gestión de residuos agroganaderos, en un entorno rural y en un contexto de economía circular.
Las instalaciones tienen tres digestores de 3.500 m3 y otros dos postdigestores de capacidad total 11.000 m3. Ocupan un área de algo más de 9.000 metros cuadrados, que incluyen zonas de acceso, de recepción de materiales, de digestión anaeróbica, una sala de control y otro espacio para la separación de fases y almacenaje de sólidos y líquidos, así como una zona de valorización de biogás y la instalación de una antorcha y caldera, junto a una planta fotovoltaica para autoconsumo.
PLANTA PIONERA
Se trata de la séptima planta española que ha comenzado a inyectar biometano en la red de distribución de gas, pero es la primera diseñada específicamente para este fin ya que, hasta ahora, España solo contaba con plantas de biogás reconvertidas. Biolvegas se convertirá además en la segunda por volumen de producción de biogás a través de la valorización de residuos. En concreto, se reciclarán anualmente alrededor de 30.000 toneladas de deyecciones de ganado porcino, vacuno y avícola, junto a otras 40.000 toneladas de residuos agroalimentarios, industriales y aceites residuales.
La cadena de beneficios se completa porque el proyecto apuesta también por la ampliación del ciclo de vida de estos residuos. Y es que no solamente se optimiza su capacidad de generación de energía, sino que la materia resultante al final del proceso de obtención del biogás se reutiliza de nuevo, en este caso como abono para el suelo agrícola.
Una vez obtenido el biogás, y tras tres meses de digestión, se obtiene un digerido con características de abono orgánico que puede utilizarse en las fincas próximas. Anualmente se realizarán analíticas a los campos tratados, y teniendo en cuenta la composición del digerido se aplicará la cantidad exacta, de manera que no será necesario utilizar ningún tipo de abono o nitrato de origen químico. Un abono, por tanto, generado localmente y libre de emisiones. Se trata de facilitar, en definitiva, una nueva solución orgánica a las necesidades del sector primario local, puesto que se estima que en torno a un millar de hectáreas de campos cercanos dejaran de utilizar abonos químicos que se producen con un fuerte consumo energético y, a menudo, a miles de kilómetros del lugar donde se utilizan.
Desde un punto de vista energético, la producción local de biometano evita la importación gas natural desde países lejanos, con el consiguiente gasto que implica su transporte, y contribuye al autoabastecimiento y a la seguridad energética.
INVERSIÓN DE SEIS MILLONES
El proyecto ha supuesto una inversión inicial de alrededor de seis millones de euros -financiada por Caja Rural, Soria Futuro, Sodical e Iberaval y generará ocho puestos de trabajo directos y una veintena de indirectos, contribuyendo al asentamiento de población en la comarca. Javier Contreras, consejero delegado de Nortegas, ha destacado que “este proyecto es un gran paso en el desarrollo y ejecución del plan estratégico de Nortegas en el contexto de una transición energética sostenible”. Contreras pone en valor el hecho de que “el proceso de obtención de biometano constituye un ejemplo evidente de economía circular al aprovechar los residuos que, de otra manera, generarían una elevada huella de carbono para proveer una fuente de energía limpia a los consumidores a través del uso eficiente de las infraestructuras gasistas”.
Adicionalmente, en opinión del consejero delegado de Nortegas, “nuestra participación en este proyecto nos permite contribuir al desarrollo económico y social en su entorno, lo que incide plenamente en los objetivos de sostenibilidad, uno de los pilares esenciales en la estrategia de la compañía”.
Para Rafael Lavín, CEO de Oleofat, “la puesta en marcha de un proyecto de estas características demuestra que es factible y reconfortante crear negocios que ayudan a crear energías alternativas amables con el Medio Ambiente”. Oleofat es una empresa con experiencia en la revalorización de residuos “y con nuestra participación en esta futura planta de biogás -subraya Lavín- queremos contribuir a reducir la huella de carbono y demostrar que, proyectos como éste, son compatibles con la competitividad, la innovación, el crecimiento económico y el empleo.
POTENCIALIDAD EN ESPAÑA
El desarrollo de la producción de biometano en España presenta multitud de beneficios potenciales. No solamente contribuiría a cumplir los objetivos de descarbonización y a reducir la dependencia energética del exterior, sino que podría contribuir decisivamente a solucionar el problema de la gestión de residuos, atraer inversión y fijar empleo en la llamada “España vaciada”. Así se recoge en el “Estudio de la capacidad de producción de biometano en España”, elaborado por Sedigas, en colaboración con PwC y la consultora Biovic.
A diferencia de otros países europeos, el apoyo público en España a esta fuente de energía ha sido casi inexistente en los últimos años. Lo que contrasta con las estimaciones de potencial disponible para la producción de biometano en el país, uno de los mayores de Europa. El biometano español podría generar 163 TWh/año, una potencia energética que permitiría cubrir en torno al 45% de la demanda nacional de gas natural y que podría haber supuesto un ahorro a los consumidores en su factura energética en 2022 de alrededor de 4.000 millones de euros -por la reducción de las compras a terceros países-.
Su despliegue conllevaría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas, con una inversión asociada estimada de 40.495 millones de euros, que supondrían la generación de cerca de 62.000 empleos entre directos e indirectos asociados a su operación y mantenimiento.
A ello habría que sumar una inversión estimada de 3.349 millones derivada de las conexiones de estas plantas a las redes de gas existentes y las inversiones necesarias para la ampliación de la red de gas actual para absorber el biometano producido en las nuevas plantas. De las más de 2.300 plantas potenciales, 1.566 serían de residuos agroindustriales, EDAR o RSU, cada una de ellas con una producción anual estimada de 40 GWh y una inversión estimada de 12 millones de euros. Un total de 609 plantas utilizarían los denominados cultivos intermedios como materia prima para la generación de biometano, cada una con una producción anual estimada de 100 GWh. Las 151 plantas restantes serían de gasificación térmica, que usarían biomasa forestal residual como materia prima.
Más información: https://biolvegas.com/