"El gas natural jugará además un papel importante en garantizar la seguridad del suministro energético" | Yalan Li, presidenta de la Unión Internacional del Gas (IGU)



Yalan Li, reconocida experta con más de 30 años de experiencia en la industria del gas, lidera actualmente la Unión Internacional del Gas (IGU) como presidenta para el trienio 2022-2025. Bajo su dirección, la IGU continúa siendo un referente en el desarrollo de políticas energéticas sostenibles y la promoción del gas como aliado clave en la transición energética. En esta entrevista, Li reflexiona sobre los logros de la IGU, el papel del gas en el panorama energético global y su contribución al desarrollo económico y ambiental, tanto en China como a nivel internacional.

Juan Carlos Giménez

Como líder de una organización con casi un siglo de historia y más de 150 entidades miembro de cinco continentes que representan todas las actividades de la cadena de valor del gas, ¿cuáles destacaría como los principales logros de la Unión Internacional del Gas (IGU) hasta la fecha?

En primer lugar, la IGU se ha convertido en una de las organizaciones internacionales más destacadas e influyentes en la industria energética mundial. Ha establecido relaciones estrechas con importantes plataformas intergubernamentales como las Naciones Unidas, COP, G20 y G7. Las posiciones de la IGU han sido ampliamente adoptadas, lo que la convierte en un actor importante en la formulación de políticas públicas en el ámbito energético. Además, la IGU colabora estrechamente con otras organizaciones internacionales como la IEA, IEF y GECF para promover sus puntos de vista e influir de forma decisiva en la industria energética global. Todos estos esfuerzos han hecho que las posturas y perspectivas de la IGU sean un referente en la industria a nivel mundial. Los documentos de posición de la IGU orientan a la industria del gas sobre cómo posicionar adecuadamente el gas natural en el contexto actual y clarifican las estrategias y direcciones de desarrollo. El IGU Global Gas Report, el World LNG Report y el Wholesale Gas Price Survey se han convertido en los informes más influyentes en la industria del gas global.

En segundo lugar, la IGU organiza los eventos internacionales más reconocidos en la industria del gas. En sus más de 90 años de historia, la IGU ha establecido tres eventos emblemáticos: laWorld Gas Conference (WGC), que ha celebrado 28 ediciones; la International Conference and Exhibition on Liquefied Natural Gas (serie LNG), con 20 ediciones; y la International Gas Research Conference (IGRC), con 17 ediciones. Además, la IGU organiza eventos como el G20 Gas Day y el IEF-IGU Ministerial Gas Forum, desempeñando un papel único en la promoción del intercambio de puntos de vista dentro de la industria.

En tercer lugar, la IGU ha creado una plataforma que reúne la innovación y el conocimiento de la industria global del gas. La IGU cuenta con 11 comités y varios grupos de trabajo que funcionan como plataformas internacionales de innovación. Estos comités abarcan toda la cadena industrial, desde la exploración y desarrollo hasta el uso final. Actualmente, casi 600 expertos de la industria provenientes de más de 40 países contribuyen a estos comités y grupos de trabajo, liderando investigaciones sobre los temas más innovadores de la industria. Sus hallazgos y reportes de investigación se presentan en las conferencias WGC.

¿Cuál es el papel del gas en el suministro energético global, tanto cuantitativa como cualitativamente, en la actualidad?

El gas natural es el combustible fósil más limpio, con aplicaciones seguras y extensas en cocina, calefacción, generación eléctrica o transporte, entre otros. La industria del gas ha desarrollado un sistema maduro y contrastado de producción, transmisión, almacenamiento y uso a lo largo de su historia.

En primer lugar, el gas natural es una fuente de energía fundamental para satisfacer las demandas energéticas. Después del petróleo y el carbón, el gas natural es la tercera fuente primaria de energía, representando el 24% del mix energético global. En 2023, el consumo mundial de gas natural alcanzó los 4.051 bcm (miles de millones de metros cúbicos). Las reservas globales de gas natural son abundantes y suficientes para satisfacer las necesidades humanas durante más de 200 años. Además, la infraestructura de gas natural continúa mejorando. Actualmente, la industria cuenta con más de un millón de kilómetros de gasoductos, 1.300 terminales de recepción de GNL y 780 instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas, con una capacidad total de almacenamiento de casi 430 bcm.

Asimismo, el gas natural es indispensable para consolidar economías emergentes y desarrolladas al proporcionar acceso a energía moderna y abastecer a industrias esenciales. Se espera que la demanda energética global crezca en las próximas décadas. Aunque las energías renovables están desarrollándose rápidamente, no es posible que satisfagan la creciente demanda energética por sí solas. El gas natural, como el combustible fósil más limpio, trabajará de la mano con las energías renovables para reemplazar al carbón y cubrir las necesidades energéticas del futuro. Por otro lado, muchas regiones del mundo aún enfrentan pobreza energética. Más de 3.000 millones de personas carecen de energía limpia. El gas es una solución económica y sostenible para mejorar su calidad de vida.

El gas natural jugará además un papel importante en garantizar la seguridad del suministro energético. La IGU cree que no se puede alcanzar la sostenibilidad sin seguridad energética y asequibilidad. Desde 2022, el mundo ha enfrentado incertidumbres industriales, energéticas, financieras y políticas sin precedentes, y el futuro de la energía sigue siendo incierto. El GNL ha demostrado ser un facilitador global crucial de resiliencia en los últimos dos años. El GNL cuenta con mercados maduros y alta flexibilidad. Los intercambios globales de GNL conectan 20 mercados exportadores y 48 mercados importadores, formando un gran mercado global. En comparación con el modelo de suministro uno a uno del gas por gasoducto, el GNL ofrece mayor flexibilidad. Su mecanismo de precios abierto y transparente maximiza su potencial de mercado y flexibilidad de suministro.

Por último, la energía del gas natural es clave para promover el desarrollo de las energías renovables. La COP28 ha propuesto el objetivo global de “triplicar la capacidad de energías renovables para 2030”. Para lograr este objetivo, es esencial mejorar la resiliencia del sistema eléctrico, especialmente su capacidad de respuesta rápida y de ajuste de picos. La generación eléctrica con gas natural es flexible, fácil de gestionar y posee una infraestructura bien conectada, lo que respalda el crecimiento confiable y eficiente de las energías renovables y acelera los avances en eficiencia.

Existe una percepción de dicotomía o incompatibilidad entre los combustibles fósiles y las energías renovables. Sin embargo, la IGU defiende que el gas natural puede considerarse un complemento adecuado para el desarrollo de las renovables. ¿Podría ampliar sobre esto?

Creo firmemente que el gas natural es el mejor socio para las energías renovables. Es importante reconocer que las renovables aún dependen de los combustibles fósiles como fuente básica de energía. Actualmente, los problemas de intermitencia e inestabilidad en las renovables siguen siendo un desafío, y requieren el apoyo de una fuente básica de energía. En el futuro, hasta que se desarrollen tecnologías de almacenamiento de energía a gran escala, las renovables continuarán necesitando el respaldo del gas natural.

Es relevante señalar que la electrificación no es viable en todos los sectores industriales. En muchas industrias que requieren procesos de alta temperatura, como el acero y la cerámica, es casi imposible hoy en día utilizar electricidad para lograr las necesidades térmicas requeridas en sus procesos productivos. Si estas industrias desean reemplazar el carbón para reducir emisiones, el gas natural es la única opción.

Asimismo, la infraestructura existente de gas natural facilita una implementación más rápida y rentable de gases de bajo carbono y renovables, lo cual es crucial para una descarbonización global profunda y realista. Su resiliencia apoya el despliegue de renovables al abordar la intermitencia y mejorar la estabilidad de las redes.

Y, por último, hay que señalar que la industria del gas presta gran atención a la investigación y aplicación de tecnologías innovadoras como la de captura y almacenamiento de carbono y la de captura y utilización de carbono (CCS y CCU, por sus siglas en inglés, respectivamente). Muchas empresas están ampliando continuamente la escala de estas tecnologías, reduciendo significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Combinado con su infraestructura bien desarrollada, podemos afirmar con seguridad que el gas natural es el mejor socio para las energías renovables.

Ha estado activamente involucrada en el desarrollo del sector gasista en China, particularmente en Pekín. ¿Qué se puede concluir del compromiso de China con el gas y cuáles han sido los resultados económicos y sociales?

Pekín es una de las primeras ciudades de China en utilizar gas natural a gran escala. En un periodo de aproximadamente 20 años, el consumo anual de gas natural en esta ciudad aumentó de menos de 1 bcm a casi 20 bcm. Actualmente, el gas natural representa el 36% del mix energético y es la mayor fuente de energía en la ciudad. Después de años de esfuerzos, el consumo de carbón en Pekín disminuyó de más de 30 millones de toneladas en su pico a poco más de un millón de toneladas. Actualmente, todas las plantas de energía en Pekín han completado la transición del carbón al gas, logrando importantes reducciones en contaminantes del aire como PM10, PM2.5, óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno.

Según elInstituto de Políticas Energéticas de la Universidad de Chicago (EPIC), entre 2013 y 2017, las concentraciones de PM2.5 en Pekín cayeron un 35%, lo que aumentó la esperanza de vida de los residentes en 3.1 años. Gracias a la transición del carbón al gas, las emisiones totales de carbono de Pekín no han aumentado desde 2012, logrando su pico de carbono antes que la mayoría de las ciudades chinas. La amplia utilización del gas natural ha sentado las bases para que Pekín introduzca renovables como la energía solar y eólica a gran escala desde áreas circundantes.

La experiencia de Pekín demuestra que, en países dominados por el carbón, un desarrollo vigoroso del gas natural puede mejorar la calidad del aire, promover la transición energética, mejorar la calidad de vida y fomentar el desarrollo económico y social. A nivel nacional, el gas natural representa solo el 9% del consumo energético primario en China, mientras que el carbón aún tiene un alto porcentaje del 55%. Sin embargo, el consumo de gas natural ha crecido significativamente en la última década, duplicándose de 167.600 millones de metros cúbicos en 2013 a 394.500 millones en 2023. China es ahora el tercer mayor consumidor mundial de gas natural, el mayor importador de gas natural y el mayor importador de GNL. Se espera que el consumo de gas natural en China alcance entre 420 y 425.000 millones de metros cúbicos en 2024, con un aumento interanual del 6,5% al 7,7%. A largo plazo, se prevé que el consumo de gas en China alcance los 500.000 millones de metros cúbicos en 2030 y 650.000 millones en 2040. El gas natural, junto con las energías renovables, será clave para que China alcance su objetivo de pico de carbono y neutralidad de carbono.

Treinta años de experiencia en la industria del gas

Yalan Li es una destacada experta con más de treinta años de experiencia en la industria del gas, reconocida tanto en China como a nivel internacional. Ha sido una figura clave en el rápido desarrollo de esta industria en Pekín.

A lo largo de su carrera, Li ha demostrado una visión estratégica en políticas energéticas, estrategias de desarrollo y reducción de emisiones, tanto en el ámbito nacional como global. Entre sus logros más destacados, está el de haber organizado la elaboración e implementación del plan de desarrollo del gas natural para el Municipio de Pekín, el liderazgo de numerosos proyectos de conversión de carbón a gas, y la supervisión de la planificación estratégica de Beijing Gas Group desde el noveno hasta el decimotercer período del Plan Quinquenal de China. Además, dirigió adquisiciones clave y proyectos de cooperación estratégica, incluyendo la compra de GNL. Bajo su liderazgo, esta compañía aspira a consolidarse como un operador mundial de energía limpia e integrada.

Li posee un título de Ingeniería en la Universidad de Ingeniería Civil y Arquitectura de Pekín, con especialización en Ingeniería Térmica, y un MBA por la Universidad Renmin de China. Además, complementó su formación con un año de estudios en Gaz de France (GdF) en 1990. Comenzó su carrera en la Oficina de Servicios Públicos del Gobierno Municipal de Pekín y posteriormente en Beijing Gas Group, donde ocupó diversos cargos de alta dirección, incluido el de presidenta de la Junta desde junio de 2014.

Desde diciembre de 2012, ostenta la vicepresidencia de la Asociación de Gas de China. En 2022, fue elegida presidenta de la IGU para el trienio 2022-2025.