El gas como fuente de energía

El gas natural es la fuente de energía tradicional más limpia y respetuosa con el medio ambiente ya que es la que contiene menos dióxido de carbono y la que lanza menores emisiones a la atmósfera.

El gas natural es una mezcla de gases de composición variable frecuentemente asociado a la presencia del petróleo o del carbón. Su origen procede de la materia orgánica que, depositada en estratos rocosos del subsuelo, alcanza a lo largo de miles de años una forma gaseosa con diversos componentes: principalmente metano, propano y butano.

También suele contener cantidades pequeñas de CO2, H2, N2 o vapor de agua, pero estos compuestos se eliminan en las plantas de procesamiento antes de que el gas natural, compuesto sobre todo por metano, sea transportado por las redes de tuberías.

El gas es una energía fundamental para el proceso de transición energética como garante del suministro y como fuente de energía sostenible social, económica y medioambientalmente. El gas natural es el único combustible cuya combustión no produce SO2 y emite solo una pequeña cantidad de partículas.

Por su parte el gas renovable es cualquier gas que proceda o sea producido a partir de fuentes renovables, por ejemplo, biometano obtenido mediante el proceso de digestión anaerobia de materiales orgánicos biodegradables como residuos orgánicos domésticos o hidrógeno renovable, obtenido a través del proceso power-to-gas.

Su papel será clave en el proceso de descarbonización ya que, sin necesidad de grandes inversiones en infraestructuras, contribuyen a la reducción de emisiones de CO2 y fomentan la economía circular.


Estructura mundial

El sector gasista es el responsable de suministrar de manera asequible y fiable una parte importante y creciente de la energía primaria mundial, gracias a tecnologías avanzadas de exploración, extracción, procesamiento, transporte y transformación.

El transporte a través de los gasoductos que conectan Siberia con Europa y Asia occidental con Asia oriental, unido a las exportaciones de GNL, que se ha convertido en una industria global que transporta cerca de la mitad de todo el gas comercializado permiten un suministro seguro y fiable en prácticamente todo el mundo. Esto ha hecho que el número de países exportadores de gas natural haya ido creciendo a lo largo de las décadas.

Según explica Vaclav Smil en el informe “El Gas Natural en el nuevo mundo energético”, de la Fundación Naturgy, el transporte global de GNL alcanzó el 25% de todo el gas natural exportado en 2008 y en 2020 la capacidad de exportación anual total fue de casi 500 Mt, con aproximadamente un tercio de todas las ventas por contratos spot o de corto plazo y el resto basado en contratos que duran normalmente entre 11 y 16 años. En 2020, 21 países exportaron y 42 países importaron GNL y los envíos representaron más del 49% del gas comercializado a nivel mundial.


Consumo y reservas mundiales

Durante las últimas cinco décadas, el consumo global de gas casi se ha cuadriplicado, experimentado un aumento del 75% durante las dos primeras décadas del siglo XXI.

La mejora de las técnicas de extracción ha permitido que las reservas de gas natural crezcan enormemente a lo largo de las décadas, gracias principalmente a las fuentes no convencionales (Coal Bed Methane y shale gas) cuya comercialización ha aumentado enormemente los recursos disponibles.

Así, de las más de 170 Tm3 contabilizados en 2010 se pasó a unas reservas de unas 200 Tm3 en 2020. Irán y Rusia albergan un tercio de todas las reservas mundiales de gas, seguidos de Qatar, Turkmenistán y Estados Unidos.