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Actualidad

24/12/2020

Las nuevas tecnologías diferencian al gas de otros combustibles en la transición energética.

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La menor intensidad de carbono del gas natural, que produce la mitad de las emisiones de carbón cuando se quema en las centrales eléctricas, y la aparición de nuevas tecnologías como el hidrógeno sitúan al gas en una situación ventajosa para la transición a la descarbonización.

El Consejo Europeo redujo el objetivo de gases de efecto invernadero para 2030: -55% desde los niveles de 1990, por encima del objetivo anterior de -40%. Los líderes confirmaron que corresponde a cada estado miembro “decidir su combinación energética y elegir las tecnologías más adecuadas para lograr colectivamente el objetivo climático 2030, incluidas tecnologías de transición como el gas”.

Lo más importante es que la misma infraestructura utilizada para el gas ahora podría usarse en el futuro para nuevas tecnologías de gas como el biometano o el hidrógeno. “Con la tecnología actual se puede reducir hasta el 90% de las emisiones de CO2 del gas, que ya es mucho”, dijo Luca Giansanti, jefe de asuntos gubernamentales europeos de la compañía energética italiana ENI. “Entonces tiene gas descarbonizado y bajo en carbono en forma de hidrógeno azul. La mejora tecnológica en el futuro podría llevar este porcentaje hasta el 100% ”, dijo recientemente.

“El cambio del carbón al gas ya está en marcha y, a través de él, el gas ha contribuido mucho a la reducción de emisiones en toda Europa. El año pasado, la contribución del gas a la descarbonización, junto con las energías renovables, fue impresionante ”. Giansanti se refería a las cifras publicadas a principios de año, que mostraban que la generación de energía de carbón se había desplomado en un récord del 24% en Europa el año pasado. La mitad de esa capacidad de energía de carbón fue reemplazada por energías renovables y la otra mitad por gas natural. Esta asociación con las energías renovables es clave, dijo Giansanti, porque las fuentes de energía renovable como la eólica y la solar son intermitentes y dependen de cuándo brilla el sol o sopla el viento. Por lo tanto, se necesitará algún tipo de fuente constante de energía actualmente disponible a corto o mediano plazo para asociarse con energías renovables para mantener las redes operativas.